Todas las ciudades, grandes y pequeñas, cuentan con espacios urbanos verdes orientados al relax. Si, además, tienen interesantes y seguras atracciones para los niños y algo especial para que los mayores respiremos buenos aromas, alegremos la vista y hagamos un parón en la rutina diaria, mejor que mejor. Os vamos a dar pistas sobre algunos parques infantiles que han llamado nuestra atención, pero seguro que vosotros os sentís orgullosos de alguno en vuestro lugar de residencia. Solo tenéis que dirigiros a nosotros para que compartamos la experiencia.
Granja de Briz-Parque de los Sentidos. Marín (Pontevedra)
En el casco urbano de esta localidad marinera se encuentra una hermosa finca de casi 23.700 metros, un auténtico remanso de paz y uno de los parques urbanos más curiosos de nuestra geografía. Hace muchísimos años fue residencia de monjes, luego su propiedad pasó por distintas familias de la alta burguesía gallega, que agasajaban a sus amigos con grandes fiestas. En 1999 el Ayuntamiento de Marín la compró y, en 2011, la convirtió en parque. También rebautizó esta granja con el nombre del Parque de los Sentidos, ya que nada más adentrarse en él se recorren zonas que despiertan y activan el olfato, el gusto, el tacto, el oído y la vista.
Unas escaleras y un túnel de hierba conducen a la ladera de los sentidos. Los sonidos de la naturaleza, como el de los riachuelos, dan paso a los de instrumentos de percusión en un auditorio al aire libre donde los peques pueden tocar. Una laguna artificial con pasarela traslada a los visitantes a la zona del gusto presidida por frutales: naranjos, cerezos, limoneros… Y, desde allí, se llega a una plantación de azaleas, abedules y arces rojos que alegran la vista, y a otra de jazmines, tomillos y gardenias que despiertan el olfato. No han olvidado el tacto; una serie de bancos de piedra, con superficies de grava, pizarra y césped lo potencian. El parque, además, cuenta -¿cómo no?- con una zona de juegos: pasarelas, toboganes gigantes, puentes colgantes… En él tienen lugar muchas celebraciones en las que se suman otro tipo de atracciones.
Dónde. Granja de Briz. Rúa de la Cuesta s/n. Marín (Pontevedra).
Senda de la Plata. Meco (Madrid)
A algo menos de 45 kilómetros de la capital, y cerca de Alcalá de Henares, nos encontramos con Senda de la Plata, que logró el año pasado el Premio Columpio de Plata al mejor parque infantil de España. Una de sus particularidades es que, para cobijarse ante las lluvias o el intenso sol, buena parte de él está cubierto con una carpa y tiene suelo de caucho con desniveles ideados para el juego, aparte de un gran tobogán de 12 metros de altura y de otras muchas propuestas lúdicas.
Este parque infantil está reconocido como uno de los más innovadores de la Comunidad de Madrid. Los niños, de pocos meses a 12 años, son los reyes de sus atracciones, y sus padres y abuelos pueden disfrutar de un magnífico lugar de descanso. Periódicamente se celebran actividades con hinchables temáticos y casas de bola. No dejéis de visitarlos porque os sorprenderá; es una alternativa de ocio que, gracias a su especial diseño y a su protección, se puede disfrutar durante las cuatro estaciones del año.
Dónde. Parque Senda de la Plata. Calle Acueducto, 4. Meco (Madrid).
Parque de las Familias. Almería
Otro de los parques infantiles galardonados –Premio Columpio de Oro 2016– y muy valorado por sus visitantes habituales es el antes conocido con el nombre de Ciudad de los Niños en la capital almeriense. Inaugurado en 2014 y con una superficie de 95.000 metros cuadrados, es el lugar ideal para el ocio infantil y para el disfrute de paseos entre fuentes y jardines. Antiguamente fue zona de cultivo bajo plástico y luego recinto ferial. Hoy cuenta con las áreas de juego más modernas, divididas temáticamente. En Almería, tierra de cine, los juegos están relacionados con el séptimo arte y, además, hay un rocódromo. Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y Mar Mediterráneo es la segunda área con un recinto que simula un barco lleno de juegos y cuenta con un tobogán en forma de faro. La recreación de la Alcazaba –con reproducción del monumento- conecta cuatro toboganes sobre un montículo. Y la zona Reciclaje está pensada para los chiquitines, con arenero y colchonetas en las que saltar sobre seguro es un placer. Todas las zonas están adaptadas para niños con discapacidad.
Pero hay más; los mayores pueden correr o caminar por el sendero biosaludable, que tiene máquinas de ejercicio para mayores. Una gran fuente está situada en el centro del parque, que cuenta también con un anfiteatro con capacidad para 500 espectadores y con dos zonas de restauración para hacer un parón en la hora de la comida o la merienda. Un auténtico placer para disfrutar de naturaleza y el ocio ahora que estamos próximos al buen tiempo.
Dónde. Parque de las Familias. Avenida del Mediterráneo, 71. Almería
Begoña Castellanos
