El verano es una época emocionante para los niños: vacaciones escolares, días largos y soleados, y muchas actividades al aire libre. Sin embargo, con el aumento de la actividad física y las altas temperaturas, es crucial asegurarse de que los niños estén bien alimentados y bien hidratados. Mantener una dieta equilibrada durante el verano es esencial para su salud y bienestar. Desde Que hacer con los Niños te ofrecemos algunas pautas sobre lo que deben comer los niños en verano, incluyendo la cantidad de helados, chuches y snacks que pueden consumir de manera saludable.
Antes de comer helados y chuches, mantén hábitos saludables
Es la temporada perfecta para aprovechar la abundancia de frutas y verduras frescas. Las frutas como las sandías, melones, fresas, mangos, y piñas no solo son deliciosas y refrescantes, sino que también son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Las verduras como los tomates, pepinos, zanahorias y pimientos también son excelentes opciones. Incluir una variedad de frutas y verduras en la dieta diaria de los niños ayudará a asegurar que obtengan una gama completa de nutrientes esenciales.
Hidratación: La Clave del Verano
La hidratación es especialmente importante durante durante estos días sofocantes, ya que los niños tienden a sudar más debido al calor y la actividad física. Además del agua, se pueden ofrecer otras opciones hidratantes como los zumos de frutas naturales y los batidos. Es importante evitar las bebidas azucaradas y los refrescos, que no solo son bajos en nutrientes, sino que también pueden contribuir a la deshidratación.
Proteínas: Construyendo Cuerpos Fuertes
Las proteínas son cruciales para el crecimiento y el desarrollo de los niños. En verano, se pueden incluir fuentes de proteínas magras como pollo, pescado, huevos, legumbres, y productos lácteos. Los pescados como el salmón y el atún no solo proporcionan proteínas sino también ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para el desarrollo cerebral.
Carbohidratos: Energía para Jugar
Los carbohidratos proporcionan la energía necesaria para las actividades diarias. Se deben preferir los carbohidratos complejos presentes en alimentos integrales como arroz integral, quinoa, avena, y pan integral, en lugar de carbohidratos refinados y azúcares. Estos alimentos liberan energía de manera constante y ayudan a mantener los niveles de azúcar en sangre estables.
Lácteos: Huesos y Dientes Fuertes
El calcio es vital para el desarrollo de huesos y dientes fuertes. Productos como la leche, el yogur y el queso son excelentes fuentes de calcio. Para los niños que son intolerantes a la lactosa, se pueden considerar alternativas como la leche de almendra, soja, o avena fortificadas con calcio.
¿Cuántos helados y chuches puede comer un niño al día?
Durante el verano, es común que los niños pidan helados, chuches y otros snacks. Aunque estos pueden ser parte de una dieta equilibrada, es importante moderar su consumo. Y aquí viene la pregunta ¿cuánto podemos dejarles comer? A continuación os ponemos lo recomendable, aunque sabemos que en la época estival, y si los críos están sanos, podemos dejarles ‘pecar’ algo más de lo conveniente.
Helados: uno al día
El helado puede ser una delicia refrescante, pero debe consumirse con moderación debido a su alto contenido de azúcar y grasa. Una porción de helado al día, preferiblemente de tamaño pequeño o mediano, es razonable. Optar por helados hechos en casa con frutas frescas y yogur natural puede ser una opción más saludable.
Chuches: dos por semana
Las golosinas y chuches suelen estar llenas de azúcares refinados y colorantes artificiales. Es recomendable limitar su consumo a una o dos veces por semana. Ofrecer alternativas como frutas deshidratadas o frutos secos puede ser una opción más nutritiva y igualmente deliciosa.
Snacks: olvidar los procesados
Los snacks saludables son una excelente manera de mantener a los niños satisfechos entre comidas. Optar por opciones como palitos de zanahoria con hummus, rodajas de manzana con mantequilla de cacahuete, o yogur con frutas y granola es ideal. Es importante evitar los snacks procesados y con alto contenido de sal y grasas trans.
Como ya sabemos que en estas fechas no paran de pedir y pedir comida y bebida ‘basura’, una forma efectiva de fomentar hábitos alimenticios saludables es involucrar a los niños en la preparación de sus comidas. Permitirles elegir frutas y verduras en el mercado, y ayudar en la cocina, puede aumentar su interés por comer alimentos saludables. Además, esto puede ser una actividad divertida y educativa durante las vacaciones de verano.