¿Qué la capital madrileña no tiene campo? Pues claro que lo tiene y, desde enero de este año, se ha reconvertido en lo que fue en sus inicios: lugar de ocio, paseo, deporte y actividades familiares. Y también con un lago renacido, con nuevas aguas y cuatro pantanales con barcas de recreo, motoras y la posibilidad de navegar en canoas y piraguas. Nos referimos a la Casa de Campo, que ‘nació’ en el municipio de Madrid en el siglo XVI, cuando Felipe II optó por trasladar la Corte a la capital.
Hoy, después de malos tiempos y abandono, podemos disfrutar este lugar de ocio renovado y llegar hasta él en Metro (estaciones de Lago, de la línea 10, y Puerta del Ángel, de la línea 6). Os animamos a ir.
Lugar de ocio en familia
Fue también el monarca conocido como El Prudente quien mandó construir el lago artificial con una superficie de 80.150 metros cuadrados. Tras la restauración llevada a cabo a lo largo de 2018, en el lago –de 80.150 metros cuadrados y de una profundidad de entre 1,20 y 4,50 metros- se pueden volver a practicar deportes náuticos o simplemente dar un paseo en una de sus 68 barcas o en algunas de las motoras a las que se accede desde un nuevo embarcadero de madera.
En el lago también se ha instalado un muro de contención y una barandilla. Desde el mirador –‘reestrenado’ este mismo año y en el que se ubican algunos locales de restauración- o desde los bancos o la nueva zona de césped, a la orilla del agua, se pueden contemplar relajantes paisajes y el lago en su totalidad.
Entre las actividades familiares a realizar, la zona del embarcadero está abierta todos los días (de 8:30 a 18:30). Las barcas pueden ser utilizadas por un máximo de cuatro personas durante 45 minutos de paseo. El precio, de lunes a viernes, es de 6 euros y de 8 euros los sábados, domingos y festivos. El precio de las motoras es de 2 euros y el recorrido lo determinan las personas encargadas del embarcadero. Por los menores de 4 años no se paga y los chicos que no hayan cumplido aún los 14 años deben ir acompañados de una persona mayor de edad.
Un inmenso parque para disfrutar de la naturaleza
Cuando Felipe II mandó crear una gran finca que uniese Palacio con el coto de caza de El Pardo la convirtió en Real Sitio –desde 2010 es también Conjunto de Interés Cultural-. Los reyes que sucedieron en el trono al monarca ‘prudente’ mantuvieron y agrandaron la finca. Fue Bosque Real con Fernando VI y Carlos III la dotó de ganadería. Con el paso del tiempo, la actual Casa de Campo, fue declarada Parque Histórico –el mayor de Madrid y uno de los más grandes de Europa, cuenta con 1.700 hectáreas-.
Con la remodelación del lugar se ha renovado también el entorno natural. Se han plantado árboles alrededor del lago (tres madroños, seis arces, once olmos, seis plátanos y siete tarays). Por otro lado, se ha repoblado el lago con varias especies de peces.
…y también de especies de curiosos insectos
Muy cerca del lago, en el emplazamiento del antiguo edificio administrativo de la depuradora, se inauguró el pasado enero el Centro entomológico Manuel Ortego, que cuenta con dos interesantes colecciones: una de coleópteros (escarabajos) y otra de lepidópteros (mariposas) de nuestra geografía –muchos proceden de la propia Casa de Campo- y de otros países. Se calcula que rondan, entre ambos, los 15.000 ejemplares.
Todos eran propiedad de la familia Ortego, que desde los años 40 del siglo pasado se dedicó a reunir estas especies. Con la condición de que las colecciones se expusieran al público, los Ortego -entomólogos aficionados, tanto el padre como uno de sus hijos, pero incansables en una tarea que les enamoró- donaron sus colecciones al Ayuntamiento de Madrid. Ya se puede visitar el centro concertando visitas guiadas (y también algunos talleres) en el departamento de Educación Medioambiental del Ayuntamiento de Madrid. Se encuentra en el Paseo del Embarcadero.
Por otro lado, se ha restaurado el muro histórico y se han mejorado los accesos para personas con discapacidad, eliminando escaleras y sustituyéndolas por rampas.
Y, sí, en Madrid hay campo. Acudid a la Casa de Campo para comprobarlo ahora que está ‘restaurada’; es un interesante lugar de ocio para disfrutar con los vuestros de un paseo, deporte y actividades familiares.
