Dulces con fecha e historia para disfrutar ¡ya!

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dulces todos los santos

Celebrar una fecha señalada en el calendario con un dulce (o varios) no es solo una tradición; es un placer para todos los paladares. Se aproximan días (1 y 2 de noviembre, festivos en todas las comunidades autónomas, y 9 de noviembre, celebración en honor a la patrona, La Almudena, en Madrid capital) en los que tenemos una deliciosa excusa para disfrutar de elaboraciones tradicionales, antiquísimas, que en algunos casos se han renovado y ‘personalizado’ por parte de los nuevos reposteros.

Huesos de santo: delicias de mazapán

huesos de santo

Esta exquisitez es propia del Día de Todos los Santos y del Día de Difuntos, pero extendemos durante unas jornadas más su degustación y también la adelantamos. Es un dulce de origen árabe. Se trata de rollitos quebrados con forma de pequeños huesos, cuya envoltura es de mazapán y el relleno originario, de crema de yema. Su elaboración se extendió, desde Castilla y León, por toda la península con la invasión musulmana a principios del siglo VIII, pero su certificación no está reconocida hasta el siglo XVI en Toledo, capital del mazapán.

De origen dudoso, pero riquísimos

Hay diferentes teorías sobre por qué se consumen en esas fechas. Nos quedamos con dos. La más ‘reconfortante’ para quienes los disfrutamos cuenta que los familiares y amigos que ya no están en este mundo, y cuyas almas regresan esos días, se sienten felices al vernos saborearlos. La segunda –más fundamentada- dice que los elaboró por primera vez un fraile al finalizar la recolección de la almendra (que aprovechó muy bien) para apartar a los cristianos durante el Día de Difuntos de las celebraciones del año nuevo celta, que coincide en la misma fecha.

Sea como sea –y recordamos que ¡un día es un día!-, hoy hay varias golosas variaciones en el relleno de este dulce: el chocolate, la trufa y hasta el coco se han convertido en el ‘tuétano’ de estos huesecitos. Aunque hay muchas interesantes propuestas en los escaparates de las pastelerías, os animamos a comprarlos en El Horno de San Onofre (C/ San Onofre, 3), de Madrid.

Buñuelos de viento: inflados de placer

buñuelos de viento

El origen de estos bollitos, cuya masa se elabora con huevo, manteca, levadura y harina de trigo y se fríe, en bolitas, en aceite caliente hasta que adquiera un volumen hinchado –los rellenos son muy posteriores a su invención-, es dudoso. Apunta, por un lado, a la tradición árabe y, por otro, a los judíos sefardíes, que desde el siglo X, se dice que los elaboraban para celebrar su Fiesta de las Luces (Janucá).

Nuevas y deliciosas elaboraciones

Para darles un toque especial se pueden rociar con miel de caña y espolvorear con canela. El relleno tradicional es el de crema. Con el tiempo se han ido sumando los de nata, batata, cabello de ángel, chocolate y trufa… Se consideran dulces típicos de Madrid, pero se consumen en todo el país y también son un referente de las Fallas y de la Semana Santa en Valencia. Si vivís o estáis en Madrid en esas fechas os recomendamos los de la pastelería Nunos (C/ Narváez, 63). En Valencia os sugerimos probar los buñuelos sin relleno de Buñolería El Contraste  (Calle de Ruzafa, 61).

Corona de La Almundena: desayuno o postre celestial

dulces de Madrid: Corona de La Almundena

De parecido formato y elaboración, pero de tamaño menor, la Corona de La Almudena no compite con el Roscón de Reyes; al contrario, nos permite disfrutar de unos deliciosos bollos con tan solo dos meses por medio. La Corona, igual que el Roscón, se elabora con huevo, harina y leche, pero sin ralladuras de cítricos ni agua de azahar (ésta se suple por un almíbar de azúcar, agua y zumo de naranja).

El nombre de este dulce hace alusión a la corona de la Virgen de la Almudena, patrona  de la ciudad de Madrid –y también de los reposteros-. En el verano de 1978 varios pasteleros madrileños organizaron un concurso para elevar la categoría de este bollo y convertirlo en otro símbolo de la capital. Objetivo conseguido: resultó el ganador entre todos los postres que se presentaron. Una alabada Corona de la Almudena, que se puede degustar en desayuno, postre y merienda, es la de La Oriental (C/ Ferraz, 49), de Madrid. En el local anexo (C/ Ferraz, 47) venden preparaciones dulces y saladas sin gluten. Podéis consultar su escaparate virtual en: pastelerialaoriental.net.