Cómo no arruinarse con el equipamiento escolar

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Los días de vacaciones son especiales en todo. Se disfruten donde se disfruten, todos nos permitimos pequeños caprichos y no escatimamos en gastos. La vuelta a la rutina suele ser durilla, tanto para los niños como para los que dejamos de serlo hace muchos años. Y a ello hay que sumar el desembolso por los gastos escolares que resienten, en muchos casos, nuestra ya diezmada economía. Pero si nos planificamos bien no es necesario que el fondo de nuestros bolsillos se agujeree.

Y aunque este curso 2018-1019 se estima que, en general y dependiendo de las comunidades autónomas, el regreso a las aulas será alrededor de un 11,3 y 11,5 % más barato que el año pasado, el gasto por niño supone una media de cerca de 367 euros.

Pero dejando de lado el precio de matriculación y enseñanza (en algunos casos con ayudas para familias con niños en acogida o familias en situación vulnerable), os proponemos algunas ideas para no gastar tanto en lo que es el equipamiento escolar en esta vuelta al cole.

No es necesario estrenar todovuelta al cole

Uniforme o ropa de sport. En la mayoría de los colegios públicos no hay que llevar uniforme, pero sí en los concertados y privados. No llevar uniforme supone un ahorro –aunque hay que tener en cuenta que si llevan uniforme al menos hay que contar con dos o tres camisas o polos-, pero no siempre es así. Los niños –que lógicamente juegan en horas de recreo- gastan mucho la ropa. Como no van a una oficina ni a una fiesta, lo lógico es comprar camisetas de buen algodón  y prendas cómodas y de calidad que no sean de marcas caras. Las hay.

Calzado. Si no llevan uniforme pueden utilizar el calzado del año pasado y más variado: deportivas, botas o zapatos. Por este motivo no hace falta renovarlo cada año, a no ser el que utilizan los más chiquititos, que pueden cambiar de talla. Los zapatos de uniforme y las zapatillas de deporte no hace falta estrenarlos a principios de curso; los de año anterior pueden durar el primer trimestre.

Mochila. De espalda o de ruedas, en la mochila merece la pena, buscar una de calidad para evitar, en ambos casos, dolores de espalda. Pero, como señalan desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), “estrenar curso no es sinónimo de estrenar mochila”. Si la del año anterior es buena –asas o correas anchas y acolchadas y, mejor, con cinturón que se cierre en la cintura- puede durar un año más. Aparte de la venta online, hay grandes almacenes que ofrecen financiación para su compra. Otro capítulo importante es su peso: un máximo del 10/15% del peso del niño. Esto nos lleva al siguiente apartado, el contenido. En cualquier caso una buena opción para paliar el sobrepeso son las mochilas con ruedines.

vuelta al cole mochilas

Material escolar. Libros de texto aparte –en las mochilas solo se deben llevar los de las asignaturas del día-, no hace falta que carguen la mochila con cuadernos de más. Según la OCU, las superofertas de 10 o 15 cuadernos no suponen un ahorro, ya que posiblemente, al menos hasta mitad de curso, no necesiten ni la mitad de ellos. Nos recuerdan que no es necesario comprar todo de golpe: varios rotuladores, bolígrafos, pinturas de cera… Cada cosa en el tiempo que el centro escolar lo precise. En el apartado libretas, cuadernos y carpetas del curso anterior pueden ser reutilizadas. Según la OCU, el material de papelería puede salir por algo más de 36 euros.

Ropa de deporte y de abrigo. Los chándales son prendas para el deporte y si se utilizan también como ropa escolar el deterioro de la prenda es rápido, además de poco higiénico. Por tanto, el chándal de deporte –que cuesta alrededor de 28 euros- puede durar más de un curso. Lo mismo ocurre con parkas, plumas y otro tipo de prendas de abrigo. Ni es necesario comprarlos en septiembre y  tampoco hay motivo para estrenar uno al año. Se pueden utilizar las del año anterior y aprovechar las rebajas de enero para hacerse con otra nueva. También hay que estar atentos a otro tipo de ofertas anteriores a esas fechas.

Por otro lado, hay que concienciar a los chicos de que el hecho de jugar en el recreo o al salir de clase no es sinónimo de destrozar la ropa o el calzado. Ellos tienen que valorar y cuidar sus prendas.

B.C.