Una vuelta por el Valle del Tiétar

Para disfrutar de la naturaleza y la gastronomía con amigos y familia

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valle del tiétar

Deshacerse del manto gris madrileño y dar un respiro a los pulmones se hace cada vez más necesario, más en estos días abrasadores. Con la siguiente propuesta de salida a la zona de Gredos, situada en el Valle del Tiétar, se pretende conseguir una opción de disfrutar de la naturaleza y la gastronomía con amigos y familia, sin desplazarse muchos kilómetros de la urbe.

Por la M-40 se coge el desvío a la M-501 hasta San Martín de Valdeiglesias, atravesando antes, el pantano de San Juan, en Pelayos de la Presa. Es la primera propuesta de baño del viaje. Desde San Martín pueden continuar por la misma carretera hasta La Adrada (90 Km. desde Madrid ).

Diez kilómetros más tarde se encuentra El Tiemblo. Aquí se puede disfrutar de otro baño y de la belleza del pantano de Burguillo,  situado en el Valle de Iruelas, lugar excelente para realizar diferentes rutas de senderismo por el corazón de esta Reserva Natural.

Camping Valle de Iruelas

camping Valle de Iruelas

Llegados a este punto, y para los que decidan alargar más su salida y disfrutar de este entorno de alto valor ecológico, podrán encontrar el camping Valle de Iruelas, dotado con bungalows y piscina, para descansar unos días. Situado en la cara norte de Gredos y a los pies del embalse del Burguillo, podrán experimentar múltiples actividades tales como senderismo, piragüismo, caballos, náutica, visita a las buitreras y muchas más.

Esta zona tiene una rica y diversificada fauna: lagarto verdinegro, lagartija serrana, desmán de los Pirineos, ratilla nival, la presencia esporádica del lince ibérico, el gato montés, águila imperial ibérica, buitre leonado, bisbita ribereño alpino, picogordo, colirrojo real, pechiazul, gorrión moruno, paloma torcaz y, especialmente, el buitre negro (se calculan unas 80 parejas en esta reserva). En Europa no llegan a 1.000 las parejas reproductoras de esta especie de buitre. La vegetación que domina estos parajes está conformada, entre otros, por el pino resinero (Pinus pinaster), que es aquí el dominante, aunque también se localizan rodales de pino albar (Pinus sylvestris) y de pino laricio (Pinus nigra), la manzanila de Gredos, tejos, acebos, castaños, jaras, etc.

La Adrada y Piedralaves

castillo La Adrada Valle del Tiétar

Los que decidan continuar por la M-501 hasta La Adrada, tienen la opción de dar un paseo desde la plaza del pueblo, ascendiendo por una escalinata empedrada hasta el Castillo de La Adrada, situado en la cima de una colina, recientemente rehabilitado sobre las ruinas de una antigua fortaleza que fue estancia temporal de Enrique III, Juan II, Enrique IV y los Reyes Católicos. Allí se domina el contraste del paisaje del Valle del Tiétar a un lado y las montañas de sierra de Gredos al otro. Este castillo del siglo XIV alberga el Centro de Interpretación Histórica del Valle del Tiétar y perteneció a Álvaro de Luna, valido del rey Juan II de Castilla.

Desde La Adrada en dirección a Piedralaves, aproximadamente a 2 km. a la derecha, parte un camino de tierra que llega a la presa de la Pinara de La Adrada, con chiringuito incluido para tomar un refrigerio, mientras los niños y adultos se bañan en un entorno seguro de tibias aguas.

Para los que prefieran el agua más fría, pueden llegar a Piedralaves  donde, después de ascender 1 Km, les espera la Presa de la Nieta, con sus limpias aguas y un paraje rodeado de altos y frondosos pinos. Cabe destacar que en esta piscina natural hay un chiringuito, pero no abre hasta mediados de agosto por razones desconocidas. Muy cerca hay una fuente con un agua excelente y en la que normalmente hay que esperar cola para rellenar unos bidones.

No te pierdas el cochifrito

piscinas naturales La Adrada en Gredos

A estas alturas el hambre empieza a hacer estragos y es hora de dirigirse a degustar alguno de los maravillosos platos de la región…

Pasados 4 Km. de Piedralaves se coge el desvío a la izquierda por la AV-901, atravesando el río Tiétar con un viejo y bello puente romano en la margen izquierda, que llega hasta La Iglesuela. A la altura de la piscina sale un camino a la izquierda que lleva hasta el restaurante El Estribo con un salón climatizado en su interior y una terraza para los que soporten las altas temperaturas de la zona. Sin duda ofrecerá a sus clientes alguno de los platos más señalados de la región: patatas revolconas y el inefable cochifrito, algo que no conviene perderse y que sorprenderá hasta a los que no les apasione la carne de cerdo.

Si aún tuvieran ganas y fuerzas para continuar este insólito viaje podrán seguir 80 Km. hasta Arenas de San Pedro y coger el desvío a Guisando, lugar dónde pueden disfrutar de nuevas y excelsas piscinas naturales y mítico lugar de ascenso al Pico de los Galayos.