Refuerza el vínculo con tu hijo con juegos clásicos

Una oportunidad única para divertirse juntos y de pasar más tiempo con los niños

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juegos clásicos para jugar con niños

Si hemos aprendido algo durante estos años de pandemia es que los niños agradecen muchísimo el contacto continuo con sus padres. Muchos hemos aprendido a pasar más tiempo con ellos y ha sido maravilloso. Una costumbre que no debemos dejar; y es que jugar con los peques, además a los juegos clásicos de toda la vida, refuerza el vínculo con ellos. Desde las míticas canicas, los juegos de construcción o los coches de Scalextric, todas estas opciones son una oportunidad única de pasar tiempo con los niños, al mismo tiempo que desarrollan habilidades como la imaginación, la lógica o la motricidad fina.

Juegos clásicos para unir lazos

Los juegos clásicos, esos a los que todos hemos jugado de pequeños, pueden ser actividades muy positivas para hacer con nuestros hijos. No es que las nuevas tecnologías sean malas, pero quizá pasar un poco más de tiempo con ellos jugando a cosas que nosotros mismos hemos disfrutado, puede darnos pie a una conexión más fuerte. Conocemos las reglas, las hemos disfrutado y ahora podemos enseñar a los peques a divertirse con ellos, tanto dentro de casa como en el exterior.

¿Qué juegos pueden ayudarnos a unir lazos?

Entre la variedad de juegos que podemos encontrar actualmente, los clásicos son los que más beneficios pueden reportar.

Las míticas canicas

¿Quién no ha jugado a las canicas algunas vez? Circuitos en los que la estrategia es esencial para ganar. El vencedor será el que termine sin perder ninguna canica.
Este juego es muy interesante para trabajar la socialización, además de habilidades como la psicomotricidad fina o la visión espacial e incluso periférica. Aunque se puede jugar de forma individual, también podemos crear equipos con los distintos miembros de la familia, por lo que es una actividad que con varios hijos puede ser el doble de divertida.

El tres en raya

También conocido como Tic Tac Toe o el juego de ceros y cruces es un juego que ha estado con nosotros desde siempre. Es más, dicen que apareció en el siglo V en Oriente Próximo, concretamente en Persia. Fueron los mercaderes italianos los que lo trajeron al Viejo Mundo.

Es un juego de estrategia pero con reglas bastante sencillas, por lo que los niños pueden jugar siendo ya muy pequeños. Las partidas, además, son cortas, por lo que no se aburrirán entre juego y juego. Eso sí, quizá sea interesante dejarlos ganar alguna vez, la competitividad está bien, pero la frustración que puede generar veinte partidas sin ganar no tanto.

El Scalextric

Sin duda era uno de nuestros juegos favoritos. Uno de los más populares y solicitado por los peques, y no tan peques. Este juego ha conseguido unir a varias generaciones; y es que actualmente puede ser una actividad muy divertida para jugar adultos y niños en el salón, en el dormitorio o en la terraza.

Con el Scalextric podemos crear vínculos, pasando un tiempo de calidad con nuestros hijos. Además, las horas pasan volando con estos circuitos y las risas están más que aseguradas.

Hay que mencionar, además, que el Scalextric favorece algunos aspectos positivos como el desarrollo del juego simbólico, estimula también la imaginación y libera muchísima adrenalina sin correr riesgos.

Si además contáis ya con un circuito en casa, no os olvidéis de que podéis comprar coches personalizados para cada miembro en tiendas como Slot4ever.com.

Juguetes de construcción

Los juguetes de construcción de todo tipo, desde los bloques de madera hasta los puzzles o compecabezas, son también una actividad perfecta para hacer en familia. Además de crear esos lazos de los que hablamos todo el tiempo, ejercitan la motricidad fina, es decir: el control de los dedos. Esto se consigue gracias a la precisión y los sentidos visual y auditivo.

Juguetes educativos

No podemos olvidarnos de que existe en el mercado un sinfín de juguetes educativos más o menos clásicos. Los juegos para hacer parejas en cartas con diferentes animales, los juegos de preguntas y respuestas, los artísticos o los musicales. Todos ellos pueden hacernos pasar horas muy divertidas y cada uno de ellos logrará estimular una habilidad determinada en los peques.

El poder del juego simbólico

Para terminar, el juego simbólico. Podemos ampliarlo a un sinfín de juegos que han estado con nosotros desde siempre ¿quién no ha jugado a las tiendecitas? ¿quién no ha jugado a cocinar o a llevar un casa? Quizá hemos preferido desde pequeños jugar a arreglar coches y montar nuestro propio taller. Sea como sea, estos juegos de intercambios de roles son muy positivos para el desarrollo de nuestros hijos.