La ruta de los bombones con niños

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La ruta de los bombones con niños

¿Quién no se ha deleitado leyendo de niño La Casita de chocolate, imaginándola? Aunque, para ser fieles a la aventura literaria de Hänsel y Gretel, debemos reconocer que la casita tenía más azúcar que chocolate. El cacao, ese delicioso manjar que Hernán Cortés trajo a nuestro continente en el siglo XVI procedente del Imperio azteca, se adaptó a las costumbres europeas añadiendo al grano triturado con agua azúcar, leche y miel. Se siguió ‘amoldando’ con el paso del tiempo y culminó en esos pedacitos de gloria que son los bombones.

Se dice que fue el repostero de Luis XIV (el rey Sol) quien le ofreció trocitos de fruta bañados en cacao y tanto le gustó al monarca la cobertura como el relleno que elogió la creación con una palabra en francés que repitió: “bon, bon” (bueno, bueno). Pues de ahí –desde el siglo XVIII- su nombre, bombón. Os invitamos a que sigáis con nosotros la ruta de las mejores bombonerías de la capital. ¡Qué delicia!

La Pajarita 1852: tradición chocolatera artesanal

Con tan solo cruzar la puerta de este local centenario nos trasladamos a un mundo muy dulce. Su mesa de atención al cliente, sus bonitos tarros, estanterías, las cajas de bombones y caramelos envueltas con mimo… tientan a quienes acuden a La Pajarita. La bombonería fue abierta al público en 1852, en el número 10 de la Puerta del Sol. Contaba con obrador propio y con clientes destacados; de la monarquía (los hijos de Alfonso XIII o Fabiola de Bélgica), artistas (entre ellos, Lauren Bacall) y políticos (José Canalejas).

Su producto estrella y mucho más

Pero si alguien acudía con asiduidad al local fue Miguel de Unamuno. En su honor y en el de otros intelectuales que acudían a las tertulias de cafés de la capital y se entretenían haciendo pajaritas con las servilletas de papel nació el producto estrella: las pajaritas de chocolate. El intelectual vasco era gran aficionado a la papiroflexia y gran comprador del dulce.

En 1969 se precisó ampliar el local y se trasladó a su actual emplazamiento en la calle Villanueva. Allí encontraréis, además de las pajaritas, otras delicias de buen chocolate: las trufas de Bourrougnie, las flores de chocolate, los tronquitos de leña vieja, los surtidos de bombones de licor… y también otras especialidades que no han variado a lo largo del tiempo, como sus famosos caramelos de 17 sabores diferentes. Aunque no viváis en Madrid podéis realizar pedidos desde cualquier lugar por teléfono o a través de su web.

Dónde. Calle Villanueva, 14.

Boutique Oriol Balaguer: elaboraciones de vanguardia

La ruta de los bombones con niños

El famoso repostero de Calafell (Tarragona) ha bautizado su tienda madrileña –como las tres barcelonesas- con su propio nombre. Todo lo que pasa por su imaginación y sus manos se convierte en un dulce premio. Desde 1993, año en el que fue reconocido como Mejor Maestro Artesano Pastelero Español, hasta 2018, en el que recibió el galardón como Mejor Chef Pastelero de la Academia Internacional de Gastronomía, ha recibido once premios más. Su éxito son las creaciones de chocolate, pero no solo.

En su boutique madrileña, en el barrio de Salamanca, destaca el esmerado diseño y la falta de mostrador, pero tras las cristaleras se pueden ver sus creaciones. Los bombones, las monas de Pascua, las tabletas de los mejores chocolates del mundo, la mousse de chocolate con bizcocho crujiente, las avellanas recubiertas con chocolate con leche, los homenajes a Madrid elaborados con fruta recubierta con cacao… conviven con otro de sus galardonados productos, el panettone, y muchas delicias artesanales (hay que probar también sus afamados cruasanes de La Duquesita, el local centenario –en la calle Fernando VI, 2, de Madrid- del que tomó las riendas hace unos años). Cualquier excusa es buena para acercarse a este templo moderno del chocolate.

Dónde. Calle José Ortega y Gasset, 44. Teléfono: 91 401 64 63.

Mon Chocolate: todo el cacao del mundo

Hace doce años que, en el distrito de Chamberí, abrió sus puertas otro universo del chocolate. Los productos de este local están elaborados con cacao de todo el mundo: Costa de Marfil, Java, Madagascar, Uganda, Perú… Es raro no encontrar una variedad concreta en este local especializado que trabaja con fabricantes españoles, belgas, italianos, daneses… y con las mejores marcas nacionales y extranjeras.

Su especialidad son los bombones belgas, y las lenguas de gato, las trufas, las chocolatinas, pero también tienen gran calidad los mazapanes, los marrons glacé y las galletas.

Lo mejor es que sus elaboraciones van dirigidas a todos los públicos, ya que cuentan con productos de chocolate sin azúcar añadido, sin gluten, con Stevia, con maltitol. Son todo un referente en el mundo del chocolate por su gran variedad. Sus porcentajes de cacao van de 30% al 99%. Además cuentan con especialidades de cacao en polvo para hacer a la taza y con coberturas en gota.

Dónde. Calle Lucio del Valle, 12. Teléfono: 91 534 26 73.