Llevaos dulces recuerdos del viaje de ida… y del de vuelta

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dulces de ida y vuelta

¿Quién no ha picado al hacer la parada obligatoria a mitad de un viaje y ha comprado algo típico, sobre todo productos locales y, especialmente, dulces? Pues sí, ahora que casi medio país viaja de norte a sur, de este a oeste o del centro a todos los puntos estos regalos o autoregalos se convierten en un clásico. Por un lado están los que los adquieren para llevarlos al destino vacacional para llevar un detalle a los familiares o amigos que les esperan en él, o para disfrutarlos ellos mismos (para regocijo de los más pequeños). Por otro, se compran en el viaje de vuelta para degustar en casa el último trocito de las vacaciones. Os hablamos de algunos muy dulces.

Rumbo a Alicante: Miguelitos de La Roda

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Son muchos los madrileños (y habitantes de otras localidades, pero en este caso, como referencia, partimos de Madrid) que eligen Benidorm y otros puntos de la costa alicantina como lugar vacacional en familia en estas fechas. A mitad de camino, a dos horas de Madrid y a otras dos, aproximadamente, de Alicante, por la A3, está La Roda (Albacete). Es un lugar estupendo para hacer una parada, estirar las piernas, tomar un café o un refresco y comprar el dulce típico de la localidad: los Miguelitos. Los originales, que tanta fama han dado a La Roda, están elaborados con hojaldre muy fino, relleno de crema y espolvoreados con azúcar glas (hay otras variedades con chocolate negro o blanco). Dicen que los inventó un vecino de la localidad, Manuel Blanco, y que se los dio a probar a su amigo Miguel. Tanto le gustaron a éste, que el creador del dulce los bautizó con el nombre por el que era conocido: Miguelito.

Camino del norte: almendrados de Lerma

Si vuestro destino es Vizcaya, Álava, La Rioja o Navarra, y os desplazáis por la N1, un estupendo consejo es hacer escala en Lerma (Burgos), también a dos horas de la capital madrileña. Os recomendamos pasear por el pueblo, recorrer su Plaza Mayor –una de las más grandes de España- y contemplar su arquitectura herreriana. Pero, a la hora de elegir un recuerdo con sabor, los mejores son los elaborados por las monjas de clausura del Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor, uno de los tres conventos de Lerma. Las clarisas preparan muchos dulces irresistibles y es difícil no llevarse más de una variedad: pastas de té, mostachones, trufas… Pero quizás los más famosos son los almendrados. Como su nombre indica, la base principal es la almendra molida. Huevo, azúcar y ralladura de limón son los ingredientes que completan esta delicia.

Hacia Galicia: mantecadas de Astorga

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En la ruta Madrid-A Coruña (o Madrid-Lugo) se recomienda hacer dos paradas. Una de ellas, si viajáis en coche por la A6 –sería la segunda, ya que la distancia desde la capital madrileña es de algo de más de tres horas-, la podéis hacer en Astorga (León). Es interesante tomarse un tiempo para una breve visita por esta localidad monumental, en la que destacan la Catedral de Santa María y la Plaza Romana, que alberga los restos de una casa de la época. Pero lo que tenéis que hacer sin duda es comprar sus famosísimas mantecadas, reconocidas con la Indicación Geográfica Protegida de la Unión Europea, que avala su autenticidad. Este dulce –el auténtico- se elabora con manteca de vaca, huevos, azúcar y harina y su origen se remonta a hace más de doscientos años. Las podéis adquirir en todas las pastelerías y muchas tiendas de alimentación de la localidad.

Destino Cádiz: Rondeñas y tortas de almendra

Otro viaje que requiere dos paradas es el que se realiza entre Madrid y Cádiz. La última de ellas, aunque estéis a solo 49 kilómetros del destino y os tengáis que desviar un poco yendo por la A4, merece la pena hacerla en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Además de admirar su espectacular Castillo de Santiago, hay otro monumento al que hay que acudir: Dulcería La Rondeña (en la calle Ramón y Cajal, 3). De ahí viene el nombre de su más famoso dulce, que es un delicioso pastel relleno de cabello de ángel. Pero, además, en otros locales de repostería de la localidad gaditana podéis encontrar otras famosas delicias como las tortas de almendra o los bollitos sanluqueños. Hay donde elegir.

Ruta a Barcelona: frutas de Aragón y adoquinesfrutas Aragón

De nuevo un viaje largo. Uno de los descansos se puede hacer en cualquier localidad aragonesa, en el recorrido de la A2 y aunque haya que desviarse un poco. Una de las sugerencias es hacerlo en Calatayud, de donde son típicas las Frutas de Aragón. Los albaricoques, peras, manzanas… de la zona son excepcionales. Este dulce de todo tipo de fruta confitada y recubierta por cacao, con forma de bola irregular o roquita, es todo un éxito. Se pueden encontrar en todas las localidades de esta comunidad autónoma. También de Calatayud son originarios los Adoquines del Pilar, caramelos de grandes dimensiones y buen sabor, con un envoltorio con la imagen de la Virgen del Pilar. Eso sí, no caben en la boca; para saborearlos hay que partirlos.

Os deseamos el más dulce (y seguro, sobre todo si sigues nuestros consejos) de los viajes.

Begoña Castellanos