¡Prohibido niños! ¡Los vendemos como esclavos!

¿Cuál es la aptitud adecuada ante el comportamiento de los niños?

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comportamiento de los niños

Hoy os quiero dar mi punto de vista sobre la educación, mejor dicho, sobre el comportamiento de los niños en sitios públicos y la responsabilidad de sus padres.

Aunque es un tema muy debatido por todos, el otro día me llamo la atención una noticia ‘curiosa’ que se ha hecho viral en redes sociales, y que pude leer en El País digital, sobre la polémica creada por el cartel del dueño de un bar de Cieza en Murcia, el bar Venus, que reza así: “Todo aquel niño que esté sin supervisión materna/paterna en este bar, pasará a ser propiedad del bar y será vendido como esclavo”. Aunque puede resultar gracioso y ocurrente, contiene un trasfondo que, evidentemente, se dirige a con sarcasmo y contundencia a los adultos.

!No hijo, no!

En este caso en particular hablamos de bares, pero por extensión vale para cualquier sitio público, ya sea restaurante, cine o centro comercial.

educación de los niños en sitios públicos

Como todos los padres ‘sufrimos’, los niños son niños, y una de sus características principales es su hiperactividad. Se aburren muy rápidamente y no saben estarse quietos. Es una experiencia estresante para los padres que intentan controlar a sus pequeños y que a menudo saca de quicio a los demás, e incluso a los dueños de los locales.

En la gran mayoría de los casos se trata de comportamientos normales. Los niños son impacientes, juguetones, deseosos de explorar el mundo que les rodea y se pasan el día desafiándolo, para ver hasta dónde pueden llegar o aprender. Por ello, debemos ser los padres lo que pongamos limites lógicos en función de su edad. No vale estar todo el rato diciendo ¡no hijo, no!

¿Cuál es el comportamiento normal o anormal de un niño?

Muchas veces, el comportamiento que los padres toleran o consideran razonable, difiere de una familia a otra. Creo que este es el «quid de la cuestión». No es una cuestión del niño. Él es un receptor de experiencias, que en muchas ocasiones toma como fuente de aprendizaje a sus progenitores.

Está claro que existen posturas diferentes en cuanto a como controlar la actividad en sitios públicos de nuestros hijos. Por un lado, tienes padres muy estrictos que prohíben casi todo y otros más permisivos que hasta podríamos considerar «que todo les da igual».

Pero, ¿cuál es la aptitud adecuada ante el comportamiento de los niños? La atención que un niño recibe de los adultos juega un papel primordial en el control de la conducta de los pequeños. Además de su naturaleza ‘juguetona’, ciertas situaciones le afectan directamente y suelen incidir en un mal comportamiento: hambre, sueño, aburrimiento.

El comportamiento de los niños al final es cuestión de equilibrio

comportamiento de los niños

A estas alturas del artículo, cada uno ya hemos fraguado nuestra opinión. Posiblemente muchos achacaréis la culpa del comportamiento de estos «molestos bajitos» a la actitud de indiferencia de los padres; otros, sin embargo, pensareis que hay muchos que son tan permisivos que están maleducando a los críos. Y, por supuesto, los que opinen que los profesionales de la hostelería son unos cascarrabias.

El sentido común, el menos común de los sentidos, te dicta al final el camino. Pero para facilitar las cosas lo mejor es escoger cuidadosamente el sitio donde disfrutar en familia. No pretendamos que un niño pequeño, por muy bien educado que esté, se porte de una forma ejemplar en un salón de té. Busquemos un sitio adecuado donde pueda jugar, relacionarse con otros niños, comer platos adecuados para su edad y, no seamos tontos, donde también los padres podamos disfrutar. Ya veréis como se portan mucho mejor. En cuanto a la educación, es un tema muy discutible. Cada uno tiene sus valores y los resultados siempre son difíciles de prever.

Desde Que Hacer con los Niños recomendamos que para evitar problemas lo mejor es que se lo pasen ‘bomba’. Y nuestra misión no es otra que seleccionar y enseñaros sitios y planes donde toda la familia pueda disfrutar al máximo.

Y si algún día tenemos que ir a un local de mayores tampoco está de más que los profesionales de los establecimientos sean un poco tolerantes comportamiento de los niños y que piensen que son solo niños, y que la mayoría de los clientes son bastante comprensivos. Pero sin olvidar que tienen que saber comportarse con educación en cualquier sitio público desde una tierna edad; y si se acostumbran desde pequeñitos, todo es mucho más fácil.