Carmena y su ‘Gran Hermano’ en el centro de Madrid

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Madrid central carmena

Partamos de la base que me considero un defensor a ultranza del medioambiente. Que creo que los viven en Madrid central tienen derecho a la mejor calidad de vida posible, nadie lo duda ni se lo quiere negar, por favor. Pero, a pesar de todo esto, vayamos a la esencia del origen de una ciudad y para que se formaron.

Lo cierto es que el principal objetivo por el que se crearon las primeras ciudades no era otro que la dinamización de la economía con la aparición de establecimientos para poder comprar y vender comida, productos artesanales y, por supuesto, donde pasar momentos de ocio. También un lugar donde centralizar la actividad administrativa y, más adelante, bancaria. Un lugar donde la gente que vivía aislada pudiera tener un lugar útil donde encontrar todo lo que necesitaba.

El desarrollo de la economía hizo que todo se ‘desmadrase’ y que se crearan urbes gigantescas en las que aparecieron multitud de problemas -que ahora no vamos a detallar- entre los que se encuentra , el temido y peligroso efecto de la contaminación.

Bien, todos de acuerdo, algo hay que hacer. Lo primero de todo es tomar medidas lógicas, coherentes y en las que estén de acuerdo todos los ciudadanos. Pero ojo, no solo de lo que piensen los vecinos de Malasaña, por decir un barrio, sino de toda la Comunidad de Madrid.

Porque, ¿quién va al centro de la ciudad y para qué? Pues los madrileños de todos los municipios de la comunidad. Y van de compras, al teatro, a los musicales, a las exposiciones, a los museos, a los restaurantes, a los bares… a todo lo que no tienen en donde viven y que contribuye a que Madrid tenga una riqueza cultural y social, como pocas ciudades del mundo.

Con estas medidas el centro no tendrás interésayuntamiento de madrid central

Tengo muy claro que todas estas limitaciones al tráfico por la almendra de la capital van a conseguir que disminuya el interés de todos por acudir a esta zona. No seamos ingenuos. Los comerciantes ya estiman que sus ventas acabarán por disminuir un 40 %. ¿Quien en su sano juicio que vive en Móstoles , en Leganés o en Las Rozas se va a ir con la familia de compras, a un restaurante o a un espectáculo familiar tardando el triple de tiempo que si va en coche y encima de noche? ¿Qué ocurrirá a medio plazo? Pues lo lógico es que cada vez iremos menos, claro. Muchos comercios, teatros, cines, salas de exposiciones cerrarán; los restaurantes se convertirán en bares de noche, y quizás conseguiremos que el aire sea un poco más limpio, vale.

El centro se convertirá en una zona de turistas que comprobarán que la ciudad de la que tanto les habían hablado como ‘templo’ de una vida alegre y cosmopolita, en realidad está muerta, que solo encuentran los establecimientos que ya conocen de sus ciudades (Starbucks, McDonalds, Primark,…) pero nada de lo típico que nos caracteriza y que viene en las guías turísticas. Bueno sí, quedarán algunos locales -nada auténticos- a los que únicamente van los guiris y los pardillos. Y lo peor de todo, lleno de delincuentes, como ya está pasando en la Puerta del Sol.

Los que hayan podido visitar la horrorosa ciudad norteamericana de Los Angeles, a la que alguien definió «como una sucesión de barrios en busca de una ciudad», sabrán que el único centro que tiene la ciudad angelina es el menospreciado Down Town, con cuatro rascacielos y repleto de la peor ralea de criminales de toda California.

Carmena, seguiré siendo agorero. Con tus medidas hasta los vecinos de estas zonas, salvo estudiantes y personas que están de paso, acabarán siendo expulsados. ¿Qué pintarán en un sitio cada día más lleno de Starbucks, turistas, carteristas y borrachos? Nada. Se tendrán que ir a pesar de que el aire estará más limpio, aunque, eso sí, las calles estarán más sucias, con residuos, orines, drogadictos y atracadores. Bueno podrán ‘pasear’, aunque la verdad es que con la cantidad de excelentes parques que tenemos en Madrid –tirar de las propuestas de nuestra hemeroteca- conozco un montón de sitios mejores para ejercer esta sana actividad.

Y no entro en las incoherencias -parecen ocurrencias- de solo poder invitar a una persona 20 días, de limitar el reparto, de poder llevar a una persona mayor al centro y de no poder acceder con vehículo salvo que tengamos una altísima capacidad adquisitiva para comprar un coche eléctrico o ecológico.

Lo peor de todo es tener cercenadas nuestras libertades y de ser fichados con multitud de cámaras que nos grabarán cada vez que entramos en el centro de la ciudad. En fin, soñemos que en este Gran Hermano que ha creado la alcaldesa no aparezca otro Villarejo… aunque lo dudo.

Lo más hilarante de todo es que, hasta la fecha, con las medidas que ha implantado Carmena del 2014-2017 ha aumentado en la proporción de dióxido de carbono en el aire madrileño un 20 %.

¡Toma ya! Al menos espero que todos los altos cargos del ayuntamiento –incluyendo a su edil- jubilen el coche oficial para dar ejemplo.

Chema Rodríguez