Nuestro país cuenta con muchos castillos –fortalezas con murallas y fosos que defendían las tierras ante los invasores desde la Edad Media- y también con bellos palacios –lujosas residencias de soberanos, nobles o jefes de gobierno, cuyas edificaciones se remontan a hace varios siglos-. Muchos de ellos, de ambos, se pueden visitar hoy en día para descubrir así, en su interior, una parte de la historia. En el caso de los primeros ya os hemos recomendado la asistencia a algunos. En esta ocasión hacemos referencia a los palacios, lugares que para los más jóvenes de la familia son un destino absolutamente ‘de cuento’. Los que sugerimos están en el norte de la península y se pueden visitar de manera libre o guiada. Si pasáis unos días en alguna de estas ciudades o municipios os recomendamos asistir a ellos y trasladaros al pasado.
Palacio de Olite (Navarra)
La navarra es una comunidad autónoma con mucho encanto, un destino recomendable para disfrutar las vacaciones y para conocer su historia. Todos sabéis que fue reino y, como tal, contó con un palacio, residencia del monarca Carlos III, conocido como El Noble. Allí vivió el rey de origen francés, que decidió restaurar el Palacio Viejo –antigua fortaleza del siglo XIV y donde hoy está ubicado el Parador de Olite- y levantar otro edificio conjunto para convertirlo en un lujoso palacio de estilo gótico francés. Con la anexión de Navarra a Castilla en 1512 y el final del reinado se fue deteriorando y durante la Guerra de la Independencia, en 1813, sufrió un incendio provocado para evitar la ocupación de las tropas francesas.
Su rehabilitación duró más de 30 años, desde 1937. La reconstrucción no fue fiel –ya que faltaban referencias-, pero el resultado fue muy alabado. Hoy hay diferentes propuestas, a medida de todas las edades, para visitarlo y realizar un viaje al pasado, en el que tendréis la sensación de toparos con reyes, cortesanos o soldados.
Con visita infantil para los niños
La visita infantil es una excelente apuesta. Está especialmente dirigida a los niños de entre 3 y 8 años y tiene una duración de 45 minutos. Durante ella vuestros chicos recorrerán la planta baja y la primera planta del palacio y dispondrán de material didáctico para continuar su ‘trabajo’ en casa. Deben acudir acompañados de dos adultos como máximo por niño o grupo de niños. Después podrán subir a las torres y hacer fotos. Tienen lugar los sábados y domingos, a las 12:30 y el precio es de 4,50 euros por niños de entre 3 y 13 años y de adultos. Por los menores de 3 años no se paga.
… y también teatralizada.
También los sábados y los domingos, a las 18:30, hay otra visita que aplaudiréis todos, la teatralizada. En ella, de la mano de Guiarte y del actor Pablo del Mundillo, conoceréis la historia detrás de la historia del palacio, en la que cuatro personajes de cuatro épocas os llevarán marcha atrás a otros siglos, del esplendor a la ruina. Y todo con un toque humorístico. Esta visita tiene una duración de 90 minutos. El precio para niños de entre 6 y 13 años es de 6 euros. Para adultos, de 10 euros. Por los menores de 5 años no se paga.
Otra recomendación es el paseo guiado por la localidad, en el que una guía os descubrirá, con curiosidades y anécdotas, Los Secretos de Olite. La visita finaliza en una bodega con un vino de garnacha (para los adultos) y un pincho de queso D.O. Roncal. Esta actividad no incluye la visita al palacio y por sus características y duración (2 horas y 30 minutos) no está recomendada para menores de 11 años. El precio es de 6 euros para los chicos de entre 11 y 17 años y de 9 euros para los adultos.
Dónde. Entrada provisional (por obras) al Palacio Real de Olite: Plaza de Teobaldos (cerca del Parador).
Horario visita general (no guiada): de 10:00 a 19:00 (duración: 40 minutos).
Precio. Niños menores de 6 años: 3,50 euros. Adultos: 4,90 euros.
Palacio de La Magdalena. Santander
Visitar la bella capital cántabra requiere acudir al que es quizás su edificio más emblemático, el Palacio de la Magdalena, en la pequeña península de 25 hectáreas del mismo nombre. Aunque su arquitectura es civil y su construcción contemporánea (entre 1908 y 1912) también fue Palacio Real, pero de verano. Nos explicamos; allí pasaban los meses de estío el rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia de Battenberg hasta 1930. Cuando se produjo el incendio que destruyó gran parte de la ciudad, en 1941, fue hospital y residencia de los damnificados. Después pasó a manos de don Juan de Borbón, conde de Barcelona y abuelo del rey Felipe VI. Dicen que con gran alegría de Ena (Victoria Eugenia), que adoraba la arquitectura palaciega que tanto le recordaba a su tierra británica.
Desde 1977 el Palacio de la Magdalena es propiedad del Ayuntamiento de Santander y, tras una rehabilitación, sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en sus cursos de verano, entre otras actividades.
Desde el palacio, de acceso libre, se contemplan maravillosas vistas de la bahía santanderina: las playas de la Magdalena y Bikini, la Isla de la Torre (también conocida como Isla de los Ratones) y la Isla de Mouro con su faro de Cabo Menor. Dentro del recinto se mantienen las Caballerizas Reales, construidas en 1918 y hoy en día habilitadas como habitaciones para los estudiantes de la UIMP. También se mantiene el Paraninfo, cuyo fin está destinado, como desde su construcción, a actos culturales.
Visitas guiadas
Las visitas guiadas se realizan solo en español, tienen una duración de 45 minutos y un aforo de 50 personas cada visita (según riguroso orden de llegada). El precio de estas visitas es de 3 euros.
Dónde. Se puede acceder desde las playas, a pie o por la Avenida de Reina Victoria o la calle Juan de Borbón. La entrada al recinto, de 8:00 a 22:00, es libre.
Horario visitas guiadas (horario de invierno hasta el 30 de mayo). De lunes a viernes, a las 11:00, 12:00, 13:00, 16:00, 17:00 y 18:00. Sábados y domingos, a las 10:00, 11:00 y 12:00.
Y para comer como reyes: Palacio de Urgoiti. Mungia (Vizcaya)
En el municipio de Mungia y a tan solo 10 minutos del centro de Bilbao se encuentra el Palacio de Urgoiti, una edificación de curiosa historia y en la que hoy os podéis alojar (ya que es hotel) y comer de maravilla. Conocido también como Palacio del Gallo o de Adán de Yarza –este último nombre es el de la familia que ostenta su propiedad desde su construcción, en el siglo XVII, hasta hoy-, no se edificó en su actual emplazamiento sino en la localidad vizcaína de Galdakao, a 15 kilómetros de la actual, a la que fue trasladado piedra a piedra. ¿El motivo? Pues que las inundaciones que tuvieron lugar en 1983 en el País Vasco en 1983 retrasaron la reconstrucción y las piedras, guardadas desde que se ‘desmontó’ a consecuencia de la construcción de la autopista Bilbao-Behobia, en 1968, tuvieron que seguir a buen recaudo hasta 2004.
El palacio, que en otros tiempos contó con ilustres invitados, se volvió a elevar en nueva tierra. Y actualmente es un estupendo lugar para tomar un aperitivo, comer y relajarse en un lugar rodeado de verdes paisajes, junto a un campo de golf. Si os queréis dar un homenaje –en Bilbao se pueden permitir muchos- su propuesta culinaria os lo pone muy fácil. El Restaurante Harria, en un entorno cálido y agradable, cuenta con un excelente menú degustación, en el que reina el pescado, la verdura o el pichón. También tiene una estupenda carta. Pero si queréis algo más informal, podéis comer o cenar en su Bistro –con exquisitas raciones- y, si el tiempo acompaña, en la terraza del Bistro, con vistas a los montes y platos para compartir.
Dónde. Arritugane s/n. Teléfono: 94 674 68 68.
Horario. Todos los días, de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:00.
