Desayunos personalizados para cada tipo de niño

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desayunos en familia y para niños

El desayuno es una comida diaria muy, muy importante, sobre todo para niños y adolescentes. Y no lo decimos nosotros –lo habéis oído muchas veces-; expertos nutricionistas lo repiten constantemente y es una proclama de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Debe ser pausado –entre 15 y 20 minutos-, se debe realizar sentado y tiene que reunir productos energéticos y consistentes; lo que no quiere decir que sea abundante y menos que se convierta en un festín de bollería industrial. Ahora bien, cada niño tiene un estilo de vida y una personalidad ya formada –incluso lo comprobaréis entre hermanos; pueden ser muy diferentes-. Por eso intentamos orientaros en desayunos personalizados y buenos para evitar la obesidad, aumentar el rendimiento escolar y hacer que se sientan más contentos. Y ahora que la vuelta al cole está próxima es interesante que nos vayamos concienciando unos y otros.

Lo que es importante es que los chicos hayan dormido unas 7/8 horas y hayan cenado, al menos, hora y media antes de acostarse; así se levantarán con ganas de comer y no harán ‘ascos’ al desayuno. Vayamos por categorías.

desayuno de pan con tomate y aceitePara niños deportistas. Si a vuestros hijos les apasiona el deporte, hasta en horas extra escolares, su primera comida del día debe incluir las llamadas grasas saludables. Las contienen muchas frutas, como el aguacate, y los frutos secos (en pequeñas cantidades). El aceite de oliva (mejor, extra virgen) es estupendo para empezar el día. ¿Cómo? Pues en una tostada de pan y con tomate rallado. A todo esto –y no todo a la vez- hay que incluir un lácteo; puede ser leche o yogur y/o un zumo de frutas (naranja o piña).

Para los más perezosos. Hay pequeños a los que les cuesta comer nada más levantarse. Lo mejor es distanciar un poco el desayuno desde la salida de la cama y empezar con algo que les atraiga ya por la vista. Son recomendables las macedonias de frutas, los fiambres bajos en grasas –el pavo suele tener éxito- y un lácteo. El café, como contiene cafeína, no es recomendable tomarlo antes de los 15 años. Los cereales integrales (adecuados a su edad) aportan energía. Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), los más recomendables son los Corn Flakes de copos de maíz. Les podéis añadir un cucharadita de miel.

Para peques muy activos. Lo más indicado para esos niños que ‘no paran’ desde que abandonan la cama es un lácteo; mejor un vaso de leche o un yogur con cereales. Pero una estupenda propuesta es una superfruta: la piña. Es diurética, regula el sistema nervioso, favorece la formación de los huesos, contiene vitamina C y ‘tranquiliza’. Está opción de tomarla en zumo con naranja. A esto habría que añadir fibra –aunque se ingiera también en los cereales-, por ejemplo, una tostada integral.

Está claro que tanto para los niños como para los adultos el desayuno ideal se compone de hidratos de carbono (pan, cereales…), proteínas (lácteos, yogures y pavo) y vitaminas (frutas en pieza, como kiwi o plátano, o en zumo y tomate). Pero, de vez en cuando –el fin de semana– nos podemos permitir un trozo de bizcocho o unas galletas o cakes, pero siempre caseros.