Un tiburón rozó a mi hija en Bali

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tiburones en Bali

El año pasado llego el momento del gran viaje con mi hija, tras meses de confinamiento. Ha cumplido 15 años y decidimos hacer una expedición de buceo -soy gran aficionado- a Indonesia. Los tiburones nos esperaban.

Salimos de Madrid y hicimos escala en Amsterdam – Kuala Lumpur para aterrizar en Kuta Bali. Son 20 horas agotadoras de vuelo y necesitamos descansar un par de días en Bali antes de comenzar nuestra travesía. Estamos a principio de noviembre y el tiempo es caluroso (en torno a los 30 grados). Aquí es el final de la época seca antes de que empiece el Monzón, de diciembre a junio. Tomar el sol y un masaje en la playa era el relajado principio de nuestra aventura.

Llegamos a Kuta Bali

Danza típica Putra Barong

Alquilamos una camioneta con 4 pasajeros más y nos dirigimos a la provincia de Gianyar, a medio camino entre Kuta y Ubud. Queremos asistir a una danza típica de Bali llamada Putra Barong. Después de atardecer comienza el espectáculo con todo el público sentados en un semicírculo detrás de los propios danzarines, que comienzan a realizar sonidos rítmicos con sus gargantas. Aparece Rangda, la viuda bruja que somete la voluntad de los hombres a su maldad. Airlangga, el rajá del reino y su madre Nahendradatta, la reina de Bali, muestran su pena y abatimiento, mientras los soldados representados por monos, no dejan de dar saltos por el escenario improvisado. Al final Barong, el rey de los buenos espíritus con su gran cabeza de león restablece el equilibrio del universo.

Nuestra primera inmersión

Kuta Bali es un sitio demasiado turístico para nosotros y decidimos desplazarnos a nuestra primera inmersión en la playa de Tulamben en Kubu, al Noroeste de la isla. Allí hay un barco hundido de la Segunda Guerra Mundial y es un sitio emblemático para el buceo. Es una inmersión asequible entre 9 y 30 metros.

Para nuestra sorpresa, nos encontramos  un enorme y musculado tiburón de puntas blancas de 2 metros y medio, que sesteó sobre una duna de arena cerca de la embarcación hundida. Cómo si nos atrajera un imán, nos dirigimos hacia él. Indolente se alza, se gira hacia mar adentro y se lanza cómo un misil, dejándonos atónitos. Continuamos disfrutando de la enorme vida marina que vive en el pecio.

Descansamos dos días en Padangbai disfrutando de la playa y de Tobi, un pequeño ciervo del tamaño de un perro que, sorprendentemente, se acercaba cuando le llamábamos.

Nusa Lembogan: paraíso de las tortugas

Al tercer día cogimos un barco en el puerto de Padangbai y nos dirigimos a las islas Nusa Lembogan y Nusa Penida dónde realizamos 2 inmersiones diurnas y una nocturna. Salir de noche a bucear es una experiencia inolvidable, ya que, una vida marina tan rica, te ofrece el espectáculo de poder tocar a las grandes tortugas verdes durmiendo en algún saliente de roca y multitud de peces dormidos que a la luz de nuestras linternas no salen de su letargo.

Volvemos a puerto para coger el ferry en dirección a Lombok (4 horas de trayecto). En cuanto tomamos tierra nos damos cuenta que la isla hinduista, animista, llena de luz y color, que dejamos atrás se ha convertido en otra con tonos grises y oscuros marcados por la suciedad de las calles de las ciudades. En Lombok profesan la fe islámica y todo es más lúgubre que en las anteriores islas. Dormimos una noche y al día siguiente tomamos transporte terrestre para cruzarla, dominada por una ingente cantidad de monos bastante descarados, con su penacho gris (hay que estar pendientes de los machos dominantes y sus grandes colmillos, que pueden ser agresivos en determinadas ocasiones).

Llega la emoción en las Gili Island

Siguiente parada: Las Gili Island. Ya avisé a mi hija de las reglas fundamentales para evitar problemas con la fauna animal y su más peligroso componente, los mosquitos: lo primero de todo, evitar salir por la noche hasta el amanecer. Pero además es muy conveniente que nos tomemos tiempo para eliminar los mosquitos de las paredes (técnica de la sandalia) y ajustar la malla anti-mosquitos (fundamental) antes de dormir. Recomiendo comprar un pequeño bote rosa de repelente, que utilizan las mujeres nativas; huele bastante bien y es efectivo. Si traes de Europa el repelente, no será tan útil para estas latitudes. Estas islas son zona de malaria y hay que tomar estas precauciones.

Hay una última regla recordando a un viejo compañero del pasado: no darse bañitos desnudo a la luz de la luna entre las islas ya que, es la hora del almuerzo de los tiburones… Suelen nadar contra corriente mordiendo todo lo que se pone a su alcance. Afortunadamente a este viejo conocido lo escupieron (¿mal sabor?).

Punto de encuentro de los tiburones: Shark Point

Siguiente inmersión: El Shark Point en Gili Island, el punto de encuentro de los tiburones. Alquilamos una cabaña en la zona sur de Trawangan, una de las tres Gili Island, con una precioso tramo de costa coralina enfrente. Buscamos alejarnos del bullicio de la zona turística de la parte oeste. Contraté la salida con una agencia de buceo nativa dirigida por un simpático australiano de unos cincuenta y tantos años que insistió en salir personalmente con nuestro grupo. Efectivamente aquel era el Shark Point, y en pocos minutos descendimos sobre una explanada rodeada por rocas dónde más de 90 tiburones de arrecife y algún punta negra pululaban alrededor nuestro.

Noventa tiburones a nuestro alrededor

Quietos y con los brazos cruzados en torno al cuerpo asistimos extasiados al encuentro, viendo como pasaban a nuestro lado los tiburones. De repente me giré y vi que el instructor australiano estaba agarrado de espalda a las rocas sin moverse, lo cual añadió algo de inquietud a una situación hasta el momento tranquila. Luego pregunté a un compañero y me confesó que este hombre había perdido un 90% de visión y buceaba casi a ciegas.

Tenemos que regresar a Madrid ya que nuestra aventura toca a su fin. Hemos visto muchas especies únicas: napoleones, meros arco iris, peces loro, barracudas, peces payaso, diferentes tiburones, tortugas verdes y bobas, mantas, corales de todo tipo, gorgonias, esponjas, etc.

Mi hija se ha convertido en este último mes en una auténtica aventurera y para la próxima expedición formaremos un equipo aún más fuerte e iremos directamente a Sulawesi, aterrizaremos en el aeropuerto de Manado, pasaremos por Komodo y si es posible llegaremos a Papúa Nueva Guinea. Desde luego, con todos mis respetos, sitios como Benidorm y similares se nos han quedado pequeños…

¡Selamat Tinggal! (Hasta luego).