Mucho antes de que el intrépido Indiana Jones llegase con sus fantásticas aventuras al cine (1981 es la fecha de la primera película de la saga), en muchos hogares españoles se contaba con un héroe, muñeco articulado, bautizado como Madelman. Nació en la fábrica de Exin en 1968; en mayo pasado cumplió 50 años, que se celebran en el Museo Nacional de Antropología de Madrid (Calle Alfonso XII, 68) con una superexposición, en colaboración con Madelman y la Escuela de Arte 10, de entrada gratuita y que se extenderá hasta el 14 de octubre.
Pero la exposición se nutre de la colección privada de 400 muñecos del vallisoletano José Manuel Cortés. En ella, y a través de estos minihéroes, se analizan no solo los aspectos técnicos del muñeco, le mejor articulado en su momento sino también los de la sociedad de la época. El muñeco hacía misiones especiales: viajar al Polo, a la selva, al fondo del mar, al espacio… y siempre bien equipado.
Un juguete nostálgico y siempre sorprendente
Algunos padres y quizás abuelos tendréis la misma edad que el muñeco, cuya publicidad anunciaba que “llevaremos a un hombre a Marte y otro al fondo del mar” y que “ellos pueden con todo”. La mayoría seréis más jóvenes ya que el auge de los madelmanes duró de 1968 a 1983 –la mejor etapa fue la de 1977 a 1982-, pero todos os sentiréis nostálgicos ante esta fantástica muestra que os hará recordar al que tal vez fue vuestro primer muñeco. Los pequeños –hijos o nietos-, los que tienen una vida que no se restringe al móvil, las consolas y las tablets también alucinarán. Además junto a los muñecos se pueden ver sus utensilios, jeeps, animales…
El origen de un ícono
En los años 60 el Josep María Arnau, hijo del fundador de Exin (empresa creadora de Excalextric y Meccano) viajó a Norteamérica para fijarse, y traerse a España, un muñeco de éxito, G.I. Joe americano. No lo querían copiar sino mejorarlo, y lo consiguieron con creces. Encargaron el diseño a un escultor de tallas religiosas, Alfonso Díaz, que utilizó bolitas de rosario, madera y muelles, que consiguieron la perfecta articulación del muñeco (con 33 piezas).
Madelman, que se vendía en cajas rojas u otras de misiones completas, nunca fue barato. Su precio en 1970 sobrepasaba las 750 pesetas. Hoy en día los originales se pueden adquirir en pujas que van de los 300 a los 10.000 euros. Por eso es tan interesante acudir a la exposición. Dicen que para hacer de él un muñeco especial se inspiraron en los actores Sean Connery (James Bond) y Roger Moore (El Santo y James Bond). No os la podéis perder.
Horario del Museo Nacional de Antropología. De martes a sábados, de 9:30 a 20:00. Domingos, de 10:00 a 15:00. Lunes: cerrado.
