Me llama mucho la atención que cuando se tratan los deportes relacionados con la defensa personal, especialmente en niños, la práctica totalidad de las artes marciales están consideradas como muy beneficiosas para los niños pero, sin embargo, el boxeo es un deporte casi maldito y del que muchos padres huyen como si fuera el mismísimo demonio. Pues bien, en mi opinión, la realidad es que el boxeo y las artes marciales comparten básicamente los mismos principios, con sus beneficios y perjuicios.
Los detractores del boxeo alegan que es el único deporte que en su versión adulta puntúa positivamente los golpes directos a la cara y su objetivo es dejar indispuesto al rival. No nos engañemos, todos los deportes de defensa personal comparten el objetivo común de derribar al contrario, ya sea a base de golpes o de inmovilizaciones. La única diferencia en este sentido sería que en el boxeo profesional este objetivo se lleva hasta sus últimas consecuencias, mientras que en otras artes marciales (no en todas) se trata simplemente de marcar los golpes sin aplicar toda la potencia. El boxeo educativo sin contacto, se practica de forma individual y sin contrincante.
Recordemos que, en principio, no se trata de fomentar que nuestros hijos se conviertan en profesionales, si no de que practiquen un deporte que además les servirá para aprender a defenderse ante posibles situaciones de peligro, incluyendo el bullying en el colegio. Por lo tanto voy a tratarlos a todos al mismo nivel.
Beneficios de practicar la defensa personal
Partiendo de la base de que los deportes de defensa personal comportan el desarrollo de un mínimo de agresividad, algo que puede ser considerado como negativo (o no, en función de cada niño), todos ellos proporcionarán diversos beneficios muy interesantes para nuestros hijos, tanto físicos, como psíquicos y sociales.
Los beneficios físicos más destacados para los niños serían el aumento de la resistencia cardiovascular y la fuerza, el desarrollo de la coordinación y la lateralidad, el incremento de la agilidad y la flexibilidad y la mejora de la tonicidad muscular y la psicomotricidad en general.
Entre los beneficios mentales destacan la mejora en la autoconfianza y seguridad en sí mismos, el aumento de la concentración y el desarrollo de estrategias, el respeto a las normas, la mejora en la superación de momentos de estrés e incluso la mejora ante problemas de conducta.
Socialmente, además de las innegables ventajas en términos de autodefensa, sus practicantes aprenden disciplina, respeto por los demás y ganan en eficacia, eficiencia, trabajo en grupo y liderazgo.
Los más apropiados para los niños
Si queremos huir de los golpes, el judo sería una magnífica opción para nuestro hijo ya que su fin es tumbar al adversario utilizando la propia fuerza logrando que caiga de espaldas sobre un tatami (colchoneta). Requiere una preparación física excelente, ayuda a mantener alto el tono muscular e influye decisivamente en la formación del carácter.
Con un enfoque más lúdico y acrobático, la Capoeira está indicada para los más atléticos. Sus movimientos resultan espectaculares incluyendo patadas en salto, apoyos a una sola mano y multitud de piruetas. Se desarrolla una gran preparación física en términos de elasticidad y fuerza muscular.
En el kárate y el taekwondo (de origen coreano), donde se utilizan las manos y las piernas para realizar golpes al adversario, domina la observación, la repetición y el análisis del rival. Los niños aprenden a dominar su postura corporal, estrategias de bloqueo, a esquivar golpes contrarios y a dar golpes en los puntos clave de su adversario, sin olvidarnos de que se trata de un deporte de defensa.
Si en el boxeo el objetivo es tumbar al contrario base de puñetazos, el boxeo infantil se enseña y practica (o debería practicarse) sin que se produzca ningún contacto entre los niños. Los entrenamientos se basan en trabajos de técnica de golpeo frente a sacos, circuitos de coordinación y ejercicios de agilidad. La actividad debe estar orientada al refuerzo de valores como la confianza, el compañerismo y el respeto.
Donde practicarlos
Como en la actualidad existen multitud de centros dedicados a la enseñanza de todo tipo de artes marciales y boxeo, la elección del más adecuado para nuestros hijos puede resultar muy compleja. La lógica sugiere que lo más apropiado es optar por la actividad que nos ofrezcan en el colegio o en algún centro cercano a nuestra residencia, pero si no dispones de la disciplina que has escogido para tu hijo, lo mejor es que te asesores a través de los que realmente conocen cada una de ellas, es decir, las federaciones nacionales o territoriales como son las de Kárate, Judo, Taekwondo, Luchas Olímpicas o la de Boxeo, entre otras.
L.F.
