Actividades campestres cerca de Madrid

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actividades campestres cerca de Madrid

Hay mucha controversia de si debemos salir o no. Evidentemente hay que seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y apelar a la responsabilidad personal, y si hay probabilidades de que algún miembro de la familia tenga síntomas de coronavirus lo mejor es quedarse en casa. Lo que está claro es que después de una semana con los niños encerrados, todos, y digo todos, necesitamos airearnos. ¿Qué mejor plan en estas circunstancias que ir al campo lejos de las aglomeraciones de la gran ciudad? En este artículo os recomendamos tres opciones, pero, si ‘buceáis’ en los archivos de nuestro portal, encontraréis múltiples propuestas de parques naturales fuera de la ciudad, excursión para hacer picnic, merendero, donde montar en bicicleta o descubrir rutas de senderismo. Eso sí, mantengamos el sentido común y evitemos no estar muy cerca de grandes grupos.

Picnic en el merendero de Valmaqueda

merendero puente romano actividades campestres

A 79 kilómetros de la capital, y lindando con la provincia de Ávila, está el pueblo de Valmaqueda, una pequeña y curiosa localidad que merece la pena visitar y recorrer sus calles para contemplar sus edificaciones de los siglos XVIII y XIX. Allí os podéis proveer de alguna barra de pan (siempre es mejor que sea artesano). Desde Valmaqueda –se llega también bien poniendo rumbo de Madrid a Robledo de Chavela- os podéis trasladar al Puente Romano de La Mocha o de los Cinco Ojos (ambos nombres no son reales; ni es romano, ya que se cree que su origen es medieval, ni tiene cinco ojos, sino cuatro).

Antes de llegar hay una zona de parking, próxima a la del merendero o área recreativa con mesas y bancos para realizar un cómodo pícnic y una amplia explanada para tumbarse al sol y para que los niños jueguen. Bajo el puente discurre el río Cofio. Está permitido el baño y es seguro porque cubre poco. Pero quizás es pronto para meterse en sus frías aguas. Ya solo el sonido de ellas hará más agradable un paseo por la ribera y por los pinares. Un lugar recomendable para pasar un bonito día en familia.

Excursión al Pantano de Valmayor

excursión a un merendero de picnic en familia

También perteneciente a la Comunidad de Madrid, la localidad de Valdemorillo está a 40 kilómetros de la capital. Es un pueblo grande y acondicionado para el turismo y tiene monumentos interesantes y actividades de cultura y arte. Si no queréis ir cargados con la comida para el pícnic desde Madrid, hay varias tiendas en las que encontraréis los productos necesarios para la comida campestre. Y para llevaros a casa os recomendamos las carnes, de buenísima calidad.

La excursión para llegar al Pantano de Valmayor se puede iniciar desde allí o desde el pueblo de Colmenarejo. El pantano es apto para practicar deportes –en el Club Náutico del Canal-, pero no para el baño. No importa; recorriendo la Cañada Real de las Merinas se llega a la Fuente del Navazo, un manantial que hace años utilizaban como lavadero. Ahí si os podéis refrescar, hasta llegar, a pocos metros, a la zona acondicionada con mesas y bancos de madera. Muy cerca está la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, con bonitas vidrieras. El paseo, con magníficos y muy diferentes paisajes, se puede continuar desde allí.

La ruta de la Charca Verde. La Pedriza. Manzanares El Real

picnic en la ruta de la Charca Verde

Este lugar está considerado como una de las playas de los madrileños. Para llegar a La Pedriza, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, os tenéis que desplazar al pueblo de Manzanares El Real, a 54 kilómetros de Madrid. Podéis dejar el coche en los aparcamientos de Canto Cochino, pero hay que tener en cuenta que solo acogen 250 coches (hay que madrugar si es fin de semana).

La ruta de la Charca Verde, que debe su nombre al efecto producido por la pigmentación de las rocas de su fondo unido a los reflejos sobre sus aguas, lo que le da su característico color verde esmeralda, está indicada para niños más andarines, que caminarán entre cascadas y saltos de agua junto al cauce del Río Manzanares.

Sin embargo, por la pista forestal desde Canto Cochino, se llega en poco más de media hora caminando. La pena es que el baño no está permitido, por necesidades de protección ambiental, al igual que en el resto del curso del río Manzanares. Durante la excursión os acompañará el paisaje de sauces, chopos, abedules y también, al llegar, saltos de agua e improvisadas y atrayentes charcas. Disfrutaréis, sin duda, del pícnic en familia.