¿Son seguros los parques de bolas para nuestros hijos?

904
parques de bolas

El otro día leyendo un poco las noticias que se publican sobre el ocio infantil, me llamó la atención un titular: «Los parques de bolas y la realidad sobre su higiene…» de la Cadena Ser. Esta noticia trasciende de la publicación realizada recientemente por la American Journal of Infection Control sobre un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Georgia del Norte.

Tengo una cuñada que durante unos cuantos años regentó un parque de bolas, y en alguna ocasión visité. Recuerdo el inicio de su proyecto, donde se encontraba con muchas trabas o requerimientos sobre la seguridad a la hora de colocar la instalación. De hecho, existe una normativa muy completa de la UE al respecto -aunque no es de obligado cumplimiento en España-, y me parece bien, pero se refiere al área de juego y no a cómo mantener la higiene dentro de la instalación, que por lo que he podido averiguar es inexistente.

¿Qué es un parque de bolas?

Los parques de bolas son una buena forma de mantener entretenidos a nuestros hijos, sobre todo a los más pequeños. Suelen ser económicos y los niños pueden pasar un buen rato mientras los adultos disfrutan de una relajada velada, ya que por lo general, disponen de algún tipo de bar o cafetería donde tomar algo.

Estos parques infantiles, al menos en el pensamiento popular, son sinónimo de tranquilidad, seguridad y confianza para los padres dado que son actividades acotadas con protecciones para los peques, aunque tú como padre, temes en todo momento que se abra la crisma de un momento a otro por la alocada actividad que les produce -síndrome que desaparece tras un par de visitas con ellos- y les ves gritar, reírse y explosionar de felicidad.

higiene en los parques de bolas ocio infantil

Recordemos que, además, muchos niños celebran su cumpleaños en los parques de bolas, con monitor disfrazado del héroe de turno y con sillón o trono para el niño del cumpleaños.

Pero… ¿y la higiene?

El relato hasta aquí es casi perfecto, si no fuera por la higiene de la instalación. No dudo de la buena voluntad de los propietarios del parque, que seguro, como mi cuñada, cada cierto tiempo, limpiaban las bolas de la piscina, los suelos y los protectores con un paño con lejía, pero me preocupa porque esto es solo una recomendación que les dan, aunque el uso de lejía no sea el más adecuado para este tipo de limpieza.

Pienso que al igual que el servicio de cafetería y los baños tiene unas estrictas inspecciones de higiene y control por parte de los organismos de turno en base a una normativa, también lo deberían tener estos elementos, donde los niños y niñas de 1 a 12 años se divierten y retozan.

Y me explico. Los más pequeñines, aunque estemos atentos, tienden tendencia a meterse en la boca las bolas o chuparlas. Después del ritual de celebración del cumpleaños y entrega de regalos, los niños vuelven a su frenética actividad de saltar y deslizarse por los toboganes, con lo que la propensión a vómitos es mayor… y así podría referenciar un montón de causas que provocan la ‘contaminación’ de la instalación con bacterias, parásitos microscópicos y virus. En el estudio se identificaron 31 especies bacterianas y una especie de levadura.

Los niños tienen menor nivel de inmunidad

Desde luego no pretendo alarmar a nadie, solo llamar la atención sobre la carencia de una normativa y de inspecciones en este terreno dentro del ocio infantil. En nuestro día a día nos encontramos con muchos elementos que presentan estos micororganismos como las monedas que tenemos en los bolsillos, los billetes, los cuartos de baños de los sitios públicos, el asiento del autobús. Según se relata en el articulo de referencia, David Carmena, investigador en el Laboratorio de Referencia e Investigación en Parasitología del Centro Nacional de Microbiología comenta “su presencia no implica un riesgo alto de salud pública, pero es necesario mantener los niveles adecuados de higiene y desinfección de lugares como los parques de bolas para minimizar esos riesgos”.

El mensaje tranquilizador es que en España hasta ahora no ha habido un brote reportado de enfermedad por el uso de este tipo de instalaciones. Pero hablamos de nuestros pequeños, y más vale prevenir que curar.

En este sentido, según informó Europa Press, la Comisión de Derechos para la Infancia y la Adolescencia del Congreso debatió una proposición no de ley por la que se pedía pide al Gobierno que, en el plazo de seis meses, elabore una normativa básica que regule la fabricación, el mantenimiento e instalación de los equipos de juego hinchables, parques de bolas y otros centros de ocio infantil, donde entre otras medidas, se reclamaban unas normas de higiene acordes con la vulnerabilidad del público al que están destinado los parques de bolas. El resultado, por ahora, un misterio.