Si hemos planeado un viaje a Londres en esta Semana Santa o somos viajeros de último impulso, debemos tener muy en cuenta si vamos en compañía de niños. Si queremos tener un viaje en el que disfrutemos todos es evidente que tenemos que planificar las actividades de una forma equilibrada en función de las edades y gustos de nuestros hijos. Pero sobre todo, aseguraros de tener cubierta cualquier contingencia posible, y al menos, contratar algún tipo de seguro para viajar en familia.
Posiblemente estaréis tentados sin pensarlo mucho, y guiados por lo que habéis oído y visto en TV, en hacer un itinerario turístico para visitar los grandes lugares icónicos de esta ciudad como el British Museum, National Gallery, Picadilly Circus, Torre de Londres, Abadía de Westminster o callejear por el centro de la ciudad, y en este caso, llevar a los chicos simplemente de comparsas. Se aburrirán, se cansarán, protestarán y nos harán un viaje, a priori divertido para todos, en un absoluto infierno.
Por supuesto que es importante realizar actividades culturales o turísticas típicas de los adultos pero debemos conjugarlas con otras más apropiadas para los niños, especialmente si son de corta edad. Por ello, aparte de nuestras recomendaciones para viajar en familia a Londres con niños, escudriñar un poco en blogs especializados en viajes de que más podéis hacer o ver en este viaje.
Un tour por la ciudad… ¡en un autobús anfibio!
No podemos perdernos una visita al archifamoso Hyde Park, donde los niños pueden dar de comer a las múltiples ardillas que corretean por el parque y visitar gratuitamente los museos de Ciencias Naturales y de Historia Natural.
Para tener una visión general de la ciudad hay una opción que les apasionará a los niños, los London Duck Tours, autobuses muy coloridos que hacen un recorrido por Londres y que por sorpresa se convierten en un barco y dan un paseo por el Támesis. Los más pequeños alucinarán.
También podemos querer una panorámica de Londres desde el cielo. Nada mejor que subirse a la gigantesca noria de 135 metros de altura, London Eye. Al lado está el London Aquarium, donde hay una de las mayores colecciones de vida marina de Europa, desde tiburones a tortugas o peces payaso. Muy cerca, está la ribera sur del río Támesis, Southbank, un magnífico lugar para pasear con niños ya que siempre hay espectáculos en la calle, un tiovivo, y es habitual encontrarse con algún mercadillo callejero.
La comida en Londres, desgraciadamente no es uno de sus fuertes. Una idea original es ir al Rainforest Cafe, un restaurante situado en la zona céntrica de Picadilly Circus, que simula una jungla exótica y donde su cocina está basada principalmente en la comida típica americana –Tex Mex-, y que por unos 15 euros los chavales menores de 12 años disfrutarán de un menú kids completo. Lamentablemente para nosotros es más recomendable esta opción que llevarles a tomar unos sandwiches de roast beef y unas buenas pintas de cerveza bitter a uno de los pintorescos pubs que pueblan la ciudad. Esto tendrá que ser para otro viaje.
Estudios de Harry Potter y la exhibición de Lego
Otras posibilidades para que lo pasen bien los niños puede ser llevarlos a la tienda de juguetes más grande de Reino Unido, Hamleys, que sin embargo puede traer problemas a la hora de salir pues seguro que les encantará y os pedirán “un ratito más”. Para los más pequeños, es recomendable ir al espectáculo Shreck´s Adventure, por cierto muy cerca de London Eye, la noria gigante antes mencionada.
Si son un poco más mayorcitos disfrutarán, seguro que alguno es fan de Harry Potter, donde se rodaron las películas de esta saga en los estudios de Warner Bros. Allí veréis los platós y decorados de las ocho películas como el Gran Comedor, el andén 9 ¾, la cabaña de Hagrid y muchos más. Para ello hay que contratar una visita guiada que ocupará una gran parte del día ya que están ubicados a las afueras de Londres y se puede ir en tren.
El parque de atracciones Legoland, situado cerca del Palacio de Windsor, es un plan con el que seguro que triunfaréis. Como no es tan fácil llegar en transporte público, es recomendable comprar los tickets de entrada con transporte incluido.
Opciones para los niños hay, y muchas. Pero hay algunas muy típicas, y que posiblemente estaban dentro de vuestros planes antes de leer este artículo, que gustan tanto a pequeños como mayores, son ver el Cambio de Guardia en el Palacio de Buckingham, la Torre de Londres o en un crucero por el río Támesis.
