La Hiruela, la gran desconocida
A poco más de 100 kilómetros de Madrid, en la Sierra del Rincón y reconocido como Reserva de la Biosfera por la Unesco, se encuentra este bellísimo pueblo que se caracteriza por su cuidada arquitectura. Llaman la atención sus casas construidas con piedra (en muchas de sus fachadas a la vista), adobe y madera de roble.
Dicen que es una de las localidades mejor conservadas de la Comunidad, algo que podemos comprobar viendo el Molino Harinero, la Casa de la Maestra, la Casa del Cura, la Casa Consistorial… Este lugar de la Sierra Norte tiene muchos más atractivos; las rutas por bosques con arroyos y dehesas son una excelente propuesta para hacer un poco de ejercicio mientras admiramos un paisaje único. Algunos de estos recorridos se pueden realizar con guías (por un precio de 3 euros/persona mayor de 7 años). Las sendas no tienen dificultad y las pueden hacer todos los niños.
Os recomendamos el Bar-Restaurante La Hiruela, un lugar en el que conviven los picoteos con la buena mesa con productos de la gastronomía local. En la zona del bar se puede degustar la torta castellana, pizzas, pinchos y bocadillos, pero cuentan con menú de fin de semana y de una excelente carta en la que destacan los asados. Si hace buen tiempo, la comida o el tentempié se pueden realizar en la terraza (Calle Emedio, 2. Telf. 91 869 7016).
Pueblos Negros: belleza y armonía
A tan solo una hora en coche de Madrid, existe un lugar en donde desconectar de todo: sin usar el teléfono móvil, descansar del ordenador, olvidarse de los atascos durante unos días y sin los ruidos típicos de la ciudad. Los conocidos como Pueblos Negros de Guadalajara, constituyen una zona poco conocida de la que la mayoría de los madrileños han oído hablar pero no son tantos los que la han visitado, ideal para una escapa en familia a una casa rural.
La característica principal de este conjunto de pequeños pueblos es que el material principal usado en la construcción de sus edificaciones es la pizarra negra, de ahí su denominación popular de pueblos negros. Por ley, no se puede construir nada con otro material que rompa la armonía de este modo de construcción tradicional. De esta manera forman conjuntos oscuros que casi se mimetizan con los espléndidos parajes naturales de la zona.
Sigüenza (Guadalajara)
Sin duda, uno de los lugares más visitados de Castilla-La Mancha, debido a su alto valor patrimonial tanto histórico como monumental, gracias a su valiosa historia medieval, renacentista, barroca y moderna (por su papel en la Guerra Civil). Desde ella podemos seguir los pasos del Cid o El Quijote.
Sus partes más emblemáticas son el castillo, la Plaza Mayor y, sobre todo, la catedral. Esta última, de estilo románico con acabado gótico, acoge en su interior uno de los monumentos más visitados de la villa, el conocido como Doncel —una talla de alabastro del siglo XV que representa a Martín Vázquez de Arce, un joven de la baja nobleza que murió en la reconquista de Granada.
Pero la naturaleza también es esencial en esta comarca que cuenta con tres espacios naturales protegidos: el Parque Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microreserva de los Saladares del Río Salado.
