Ponte en sus zapatillas de deporte

Una vez empieza el colegio, también han comenzado las extraescolares de nuestros hijos que, en una gran mayoría, se trata de actividades deportivas con la consiguiente participación en diversos campeonatos (fútbol, baloncesto, atletismo, etc.) En la práctica totalidad de los deportes organizados, el club o colegio se encarga de proporcionar a los pequeños deportistas el uniforme o la equipación necesaria para la práctica del deporte escogido (aunque posteriormente nos pasen el correspondiente recibo). Sin embargo, la cuestión de las zapatillas de deporte es algo que se deja a la libre elección de cada familia y precisamente es donde se presentan grandes dudas para los padres y se echa en falta un mayor asesoramiento desinteresado comercialmente ¿Qué modelo escoger? ¿Cuál es la talla correcta? ¿Cuánto debo gastar?

Tratando de arrojar algo de luz sobre el tema, mi primer consejo es que para elegir el modelo de calzado deportivo de vuestros hijos, os acerquéis a una tienda especializada específicamente en la modalidad deportiva escogida por vuestro hijo. Es donde vais a encontrar, al menos en teoría, el asesoramiento indicado para vuestras necesidades. También es cierto que en las grandes superficies, cada vez está mejor formado el personal de la sección deportiva, aunque sigo pensando que lo mejor es la primera opción (tienda especializada).

Criterios generales en la elección de las zapatillas de deporte

El precio. Lo primero que quiero aclarar que, aunque desgraciadamente calidad y precio suelen tener una relación directamente proporcional, no es necesario gastarse 150 euros en unas zapatillas para que nuestros hijos practiquen su deporte favorito (en la mayoría de los casos) con garantías para su salud y un alcanzar un buen desarrollo deportivo. Para la gran mayoría de los deportes más practicados en España se puede encontrar calzado de gran calidad por menos de 40€ e incluso bastante menos si aprovechas bien las oportunidades que se presentan de vez en cuando.

En función del deporte que practique. Durante mi época de deportista de competición, de esto hace ya algunas décadas, los tipos de zapatillas eran muy limitados y nos teníamos que conformar con lo que había. Afortunadamente la situación ha cambiado radicalmente y en la actualidad existe una buena variedad de modelos, de diferentes marcas, especialmente indicados para la práctica de cada deporte. Los requerimientos de unas zapatillas para jugar al tenis, son completamente diferentes a los de cualquier disciplina del atletismo y éstos, a su vez, a los del baloncesto o el fútbol, por ejemplo. Así que tienes que tener muy claro que cada deporte requiere su calzado específico. Existen zapatillas mixtas, que valen para casi todo (pero en realidad no sirven para nada de verdad) y mucho ojo con no utilizar las denominadas casual ya que están diseñadas para la vida diaria pero no para la práctica deportiva.

Ten en cuenta la superficie sobre la que va a practicar el deporte. No es lo mismo correr sobre superficies duras que blandas, al igual que no es lo mismo jugar al fútbol sobre césped natural, artificial, arena o cemento. Cada superficie requiere un tipo de suela optimizada que hay que tener en cuenta antes de tomar una decisión.

Tipo de pie. Existen multitud de tipos de pie como son el pie pronador, el supinador, los pies planos (en deferentes grados), cavos, pie griego (dedo índice es el más largo), egipcio (dedo gordo es el más largo), cuadrado (índice y gordo igual de largos). Por lo tanto, debes probarle las zapatillas con mucha tranquilidad y, a ser posible, de diferentes marcas y modelos hasta encontrar el que le resulte más cómodo. Una mala elección, sin tener en cuenta el tipo de pie de tu hijo, puede derivar en graves lesiones como fascitis, tendinitis o lesiones óseas y de ligamentos.

Elige la talla adecuada. Si algo he aprendido tras varios años de calzar a niños deportistas, es que inevitablemente, dado el uso combinado con el crecimiento, cada temporada toca comprarles dos pares de zapatillas por lo menos, así que recomiendo no obcecarse con comprarles un tamaño grande para que les duren mucho. La talla es fundamental, siendo la zapatilla la que debe adaptarse al pie y no lo contrario. Se las debemos probar con el calcetín que vaya a utilizar habitualmente y preferiblemente por la tarde o tras caminar un buen rato para que el pie esté dilatado.

Por ello, en la tienda debe permanecer con las dos zapatillas puestas al menos cinco minutos e incluso le probaremos media talla más comprobando la comodidad, que el talón esté bien calzado, que el dedo gordo no se monta en los demás y que éstos se puedan mover. Debe haber una distancia de más o menos un centímetro entre el dedo gordo y la puntera.

Guiarse por la estética es una mala consejera. Comprarse unas zapatillas porque están de moda o simplemente porque son muy bonitas, puede estar muy bien si las vamos a utilizar únicamente para pasear pero no para practicar deporte. El principal criterio es la salud, dado que al correr o saltar las extremidades inferiores soportan varias veces el peso del cuerpo del niño. Como nos podemos imaginar fácilmente, una mala elección en virtud exclusivamente a la estética, puede acarrear serias consecuencias sobre tobillos, rodillas o columna vertebral.

Características para las actividades deportivas más comunes

Para ayudaros a determinar el tipo de calzado más correcto para vuestros hijos y con el objetivo de que puedan disfrutar plenamente de su deporte y disminuir el riesgo de sufrir las temidas lesiones, os propongo una serie de características que se deberían tener en cuenta en función de algunos de los deportes más practicados.

Zapatillas para running. Para correr, en general deben utilizarse zapatillas con un buen impacto amortiguador y buen control del talón. Se trata de zapatillas diseñadas específicamente para brindar la máxima amortiguación al pie, con el objetivo de ayudar a evitar inflamación en los músculos, tendinitis, dolores de talón o fracturas por fatiga. Las marcas que ofrecen muy buenas zapatillas para running son muy variadas empezando por Adidas, Nike, New Balance, Karhu, Joma o Reebok, por ejemplo.

Para la práctica del baloncesto. En general deben sujetar y proteger bien el tobillo pero además deben permitir la movilidad natural del pie. Una suela gruesa y rígida proporcionará mayor estabilidad en la cancha y además deben ser antideslizantes ya que el parquet es muy resbaladizo. Por otro lado, deben amortiguar bien el pie durante los saltos. En baloncesto las principales marcas son Nike, Adidas, Under Armour, Jordan (submarca de Nike) o a un precio más económico las Boomerang de El Corte Inglés.

Botas de fútbol. Aunque suene contradictorio, las botas de fútbol deben ser flexibles y rígidas al mismo tiempo. Rígidas en el empeine, para proteger el pie y flexibles en la suela para que el pie flexione cómodamente. Pero si hay algo a tener en cuenta especialmente, es el tipo de superficie sobre la que se va a jugar ya que para cada una de ellas existe un tipo de tacos específico.

Por ejemplo, las botas SG (soft ground) utilizan tacos de aluminio o combinados con goma y son únicamente para césped natural. Las suelas FG (firm ground) están formadas por entre 11 y 14 tacos de goma y son las más comunes también para césped natural. Las botas AG (artificial grass) están formadas por tacos de goma específicamente para césped artificial que dependiendo de si se trata de primera, segunda o tercera generación, requieren botas turf, AG con 21 tacos o AG de 13 tacos. ADIDAS, Nike, Puma y Joma son las marcas más prestigiosas dentro del mundo del fútbol, pero si quieres ahorrar en presupuesto no desdeñes las marcas blancas de algunas grandes superficies como las Kipsta de Decathlon, por ejemplo.

Zapatillas de tenis o pádel. Deben sujetar bien el pie durante los rápidos movimientos laterales y desplazamientos de peso característicos en la práctica del tenis proporcionando la mayor estabilidad del mismo. La suela debe ser flexible y se necesita menos amortiguación en general que para otros deportes. Cuanto más suave sea la pista, más blanda debe ser la suela para permitir un mayor agarre. A las omnipresentes Nike y Adidas, se unen otras marcas de prestigio del mundo del tenis como Wilson, HEAD, Asics o Diadora. También puedes optar por zapatillas más económicas como las Artengo.

Calzado deportivo para senderismo. Un buen calzado para senderismo debe bridar protección frente a piedras, raíces o todo tipo de golpes y sujeción del pie ante laderas. Por ello debe incorporar puntera y talonera reforzada y protecciones laterales y de empeine. También es importante que amortigüe y estabilice ante las diferentes presiones de peso. La suela debe proporcionar un buen agarre, nos estamos jugando nuestra integridad física, y debe funcionar bien en todo tipo de terrenos (secos, mojados, compactos, sueltos, etc.) Además deben transpirar y proporcionar impermeabilidad al mismo tiempo. Salomon, La Sportiva, Dolomite y The North Face son algunas de las marcas más reconocidas. Quechua, la marca blanca de Decathlon, ofrece los precios más interesantes.

Para caminar. Si la actividad va a ser únicamente darse largas caminatas, conviene buscar un calzado con amortiguación en el talón y debajo de la bola del pie. Un zapato que además tenga la suela ligeramente curva, ayudará a desplazar el peso del talón a los dedos disminuyendo la fuerza a lo largo del pie. Debe tener mayor rigidez en la parte delantera para poder despegar los dedos en lugar de doblarlos.

Errores muy comunes y sus consecuencias

No abrocharse o abrocharse mal las zapatillas dejándolas flojas o con la lengüeta torcida puede provocar desplazamientos involuntarios de la planta dentro de la zapatilla provocando lesiones de la fascia, los ligamentos e incluso óseas. Si las zapatillas se aprietan demasiado pueden aparecer trombos, hematomas y dilatación del pie.

Utilizar unas zapatillas muy estrechas puede provocar la aparición de juanetes, ampollas, hematomas y uñeros.

Usar zapatillas de deporte demasiado grandes puede provocar fascitis plantar.

Las suelas con poca amortiguación reducen la absorción del impacto provocando, a la larga, fracturas microscópicas por estrés o fatiga que pueden ocasionar la cojera. Si además se une la práctica en suelo duro, provocarán dolores en el talón.

Por el contrario, las suelas con excesiva amortiguación provocarán deficiencias en el impulso de la sangre desde el plexo plantar ocasionando la aparición de varices.

El abuso del calzado alto puede debilitar los ligamentos del tobillo, por la prolongada sujeción, favoreciendo la aparición de esguinces.

Para finalizar, os recomiendo que vuestros hijos no utilicen nunca las mismas zapatillas de deporte para pasear, que para hacer deporte. Tampoco deberían heredar el calzado de sus hermanos ya que cada pie es distinto y tiene unas necesidades específicas. La salud de sus pies os lo agradecerá.