Los bosques más bonitos de España

Cuatro de las magníficas joyas naturales para visitar en una escapada

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Secuoyas de Cabezón de la Sal (Cantabria)

Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal

Ubicado en el municipio de Cabezón de la Sal en Cantabria, nos encontramos con un bosque único en España de 2,47 hectáreas donde predominan las secuoyas, esos gigantescos árboles típicos de la costa oeste de Norteamérica. Las secuoyas del Monte Cabezón se declararon Monumento Natural en 2003.

Es muy curioso que tengamos en España este bosque con árboles de enormes dimensiones, actualmente sobre los 40 metros pero que pueden alcanzar los 100 m, y de una longevidad de hasta 1.000 años. En 1940 se plantaron las secuoyas para tener ingresos y solucionar las necesidades de la industria maderera. Se potenció la repoblación en terrenos baldíos con especies foráneas de crecimiento, fundamentalmente Eucalyptus globulus y Pinus radiata y de forma experimental, parcelas mucho más reducidas, roble americano, castaño japonés y abeto de Douglas. En cuanto a las secuoyas se plantaron unas 800, que gracias a su rápido crecimiento -1,5 m anuales- han conformado este espectacular bosque. Por una carambola del destino decidieron no cortarlos para la industria, gracias a lo cual contamos con esta maravilla.

Para llegar a él desde Santander, cogemos la autovía A-67 hacía Torrelavega, luego la A-8 dirección Oviedo y, por último, la salida hacia Comillas. Allí encontraremos un cartel que indica el lugar de estas secuoyas gigantes y un pequeño aparcamiento donde deberemos dejar el coche.

La ruta es fácil y se tarda aproximadamente 1 hora y media, por lo que es ideal para una escapada familiar. Los alojamientos más cercanos están en Cabezón de la Sal. En esta localidad son recomendables el Jardín de Carrejo o el Hotel Valle de Cabezón de la Sal. Otra opción algo más alejada es el famoso Balneario de Puente Viesgo, perfecto para una escapada relajante.