La leyenda urbana de no poder llevar tus palomitas al cine

Aunque es una práctica extendida, prohibir entrar al cine con comida no es legal.

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comida en el cine

Las vacaciones de Navidad son las fechas más propicias para un plan de cine en familia, ya que a casi todos sus miembros, les gusta y entretiene. Y esto lo saben las distribuidoras cinematográficas, pues son en estas fechas, junto al inicio de verano, las tradicionalmente elegidas para los estrenos más sonados de la cartelera infantil. Sin embargo, es un plan de ocio cada día más caro para la economía familiar.

Actualmente ir al cine se está volviendo prohibitivo, el coste de las entradas para ver una película, cuestan los 10 euros de media, en una escalada de precios imparable año tras año. Tras la presión mediática en 2018, el Gobierno realizó una bajada del IVA de la entradas de cine del 21% al 10% actual. Pero las salas de exhibición, aparentemente, nunca llegaron a aplicarla al completo, quedándose casi con un 58% de la rebaja de impuestos.

Como aficionado al cine no entiendo ver una película sin mi refresco ni mis palomitas, y menos si voy con los niños. Este plan al final te sale por un ojo de la cara. Por eso, una solución sería sí puedes hacerlo llevarlas de casa.

La mala praxis de algunas salas de exhibición

Foto: EL Blog Salmón

Desde hace mucho se ha extendido la creencia de que en los cines está prohibido entrar con comida. Si te pillan, seguramente te harán tirarla o directamente te pedirán que abandones el cine, acogiéndose al derecho de admisión. El hecho es que mucha gente la pasa a escondidas en sus bolsos o mochilas, con la creencia de que es algo ilegal. Nada más lejos de la verdad.

Esta leyenda urbana se ha venido alimentando por ciertos carteles informativos que se exhiben en los halls de muchas salas de cine, o mismamente por la información que el empleado que te facilita al entrar en la sala. Un ejemplo, que puede leer en el Blog Salmón recientemente, es el de los Cines Yelmo, que justificándose en base a un decreto de 2003 (me da igual la entidad pública que lo ha legislado), exhiben carteles donde se puede leer «La Compañía no permite el acceso a estas instalaciones con alimentos y/o bebidas adquiridas fuera de Yelmo», agregando a continuación, «Nos reservamos por tanto el derecho de admisión».

¡Ojo!, antes de que sigas leyendo, me gustaría puntualizar que solo si la sala de exhibición tiene servicio de restauración. Esto mismo explicaba Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, a El Confidencial hace algo más de un año: «solo se puede entrar a un cine con comida de fuera si en el propio cine se vende comida. Si se trata de un cine en el que no se puede comprar picoteo tampoco se puede entrar con productos del exterior».

No lo digo yo, lo dice AECOSAN

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, perteneciente al antiguo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales y Bienestar Social, ya lo concluyó de forma clara y sin equivoco al error en un informe a raíz de una consulta realizada por la Comunidad de Madrid a ese organismo en 2017: «Se considera que la práctica consistente en prohibir la introducción de comidas y bebidas adquiridas en el exterior de la sala de cine, estando permitido el consumo de esos mismos productos cuando son adquiridos en su interior, es ilegal y tiene carácter abusivo de conformidad con los artículos 82, 86.7 y 89.4 del TRLGDCU –Ley General de Consumidores y Usuarios-«.

Por eso, es ilegal que te prohíban el acceso por este motivo, con o sin cartel avisándolo.

¿Y si no me dejan entrar comida?

A pesar de que no es legal, son muchas las salas de cine que se empeñan en impedirnos el paso si entramos con palomitas o comida y bebida de fuera. En estos casos, es importante saber cómo debemos actuar. Seguramente, aunque resignado y cabreado, optes por no arruinar tu plan de ocio en familia, y decidas «tirar» las palomitas o bebidas que llevas para acceder al cine.

Sin embargo, es bueno saber que tienes otras opciones, desde la mas civilizada y razonada de llegar a un acuerdo amistoso, pidiendo hablar con el responsable para decirle que ya que ellos dispensan comida y que, aunque lo indique el cartel informativo, sabemos que se puede entrar al cine con comida. Asimismo, si se mantiene la negativa, debemos solicitar la hoja de reclamaciones que deben tener a disposición del público. También es conveniente hacerle una foto al cartel a modo de prueba (si este fuera el caso). Una vez cumplimentada la hoja de reclamaciones, debes denunciar lo sucedido en la oficina del consumidor. Tenemos que hacer constar que pedimos una sanción económica ya que la propuesta de sanción es de 6.000 euros.