En España, países de la Unión Europea y Norteamérica las tradiciones cristianas se están unificando y son bastante parecidas, incluso es posible que nosotros seamos de los más originales al mantener todavía el ritual de los Reyes Magos. Sin embargo, la Navidad en otros países tienen sus propias costumbres, algunas muy, muy peculiares, y que nos puede animar a pasar algún año esta festividad de una forma diferente. De cualquier forma, en todo el mundo se celebran con los niños como protagonistas de estas fechas navideñas.
Japón, el rey del pollo frito
Si no fuese porque es real, parecería que es una noticia del 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes. A pesar de que en Japón la religión mayoritaria sea el budismo, la influencia de los medios de comunicación occidentales es tal, que no quiso quedarse atrás en la celebración de la Navidad; y desde los años 70 la celebran de una forma sui generis, y aunque no sea un día festivo, quedan a comer pollo frito el 23 de diciembre.
La culpable es una campaña de publicidad que en los años setenta realizó la cadena de comida Kentucky Fried Chicken, que utilizó el eslogan Kentucky por Navidad. Dicho y hecho. Ahora son muchos los que cumplen con esta nueva tradición junto a los amigos o la familia.
Colombia se llena de velitas
En Colombia las fiestas navideñas empiezan el 7 de diciembre, cuando festejan el día del alumbrado o de las velitas. Las calles –de noche- se llenan de velas y lámparas de papel, que iluminan las calles en recuerdo a la fiesta de la Inmaculada Concepción. En muchas ciudades y pueblos los vecinos se reúnen y decoran los barrios, siendo la ciudad de Medellín uno de sus máximos exponentes.
Nueva Zelanda y su extraño árbol
En el país de los kiwis tienen su propia versión del Árbol de Navidad, llamado Pohutukawa y que florece en diciembre, para ellos todavía la primavera, recordad que están en el hemisferio sur. Es un árbol de origen maorí que usan en vez del típico abeto de Navidad, típico de Europa y América.
México y sus típicas ‘posadas’
Del 16 al 24 de diciembre celebran sus tradicionales posadas. En estas fiestas rememoran el peregrinaje de José y María en busca de un lugar para que naciera el niño Jesús. El ritual consiste en pedir posada y romper la piñata para recibir dulces y regalos. Esto se lleva a cabo durante nueve días, una por cada mes de gestación, se rompe una piñata en honor a la Virgen María. Suelen comer tamales, buñuelos y atole. Las posadas se comparten en familia, con amigos y compañeros de trabajo.
Este año, la Casa de México en España (C/ de Alberto Aguilera, 20 – Madrid) tiene lugar una exposición titulada: Nacimientos Mexicanos. Grandes Maestros del Arte Popular. Es gratuito y está ubicado en la planta 1.
Australia: ‘Boxing day’
Una de las grandes tradiciones navideñas de los países anglosajones tiene lugar el 26 de diciembre y se la conoce como Boxing Day. Su origen se remonta a la Edad Media en Reino Unido y se trata de repartir lo recaudado en las iglesias entre los más desfavorecidos.
Según esta antigua tradición, los nobles entregaban cajas con comida a su personal de servicio como regalo de navidad. Ahora se trata más de ir de compras.
Pero en Australia, además, marca el inicio de numerosos eventos deportivos de rugby, fútbol australiano, la famosa regata de yates Sidney-Hobart y, sobre todo, del para ellos muy importante The Boxing Day Test, torneo de Cricket en el que juega su selección australiana y otros equipos internacionales, durante 5 días.
Islandia, un país de troles navideños
Islandia es un país tan aislado que es curioso en todo, hasta para pasar la Navidad. Tienen su propia versión de Santa Claus, que se trata de los 13 Yules o troles de Navidad.
Estos personajillos bajan de la montaña por Navidad y dejan regalos a los niños si han sido buenos, si por el contrario han sido malos les dejan una simple patata y les recuerdan que han de comportarse mejor.
Los Yules son muy traviesos y sus nombres nos dan una pista del lío que pueden causar: Stekkjastaur (el acosador de ovejas), Þvörusleikir (el chupacucharas), Pottaskefill (el rascaollas), Askasleikir (el chupaplatos), Hurðaskellir (el portazos), Bjúgnakrækir (el robasalchichas), Gluggagægir (el vigilante desde las ventanas), Ketkrókur (el gancho robacarnes) y Kertasníkir (el robavelas)
Después suben uno a uno de nuevo a las montañas desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero.
Dinamarca se adelanta al 12 y 13 de diciembre
Los daneses celebran con mucha devoción la noche de Santa Lucía, considerada como la protectora de la luz. Según cuenta la leyenda, portaba una corona de velas en la cabeza para tener las manos libres y poder dar de comer a los cristianos que se escondían en las catacumbas de la antigua Roma. Entre el 12 y el 13 de diciembre realizan procesiones y cantos por todo el país, en el que participa todo el mundo.
Venezuela, pone a pasear al Niño Jesús
En las zonas andinas celebran una tradición que denominan las paraduras, y en la que se representa el pasaje bíblico del niño perdido y hallado en el templo.
Consiste en poner de pie al Niño Jesús y hacerlo caminar con la ayuda de unos padrinos que se escogen de entre los presentes. Mientras anda se canta y se reza el rosario. La parte divertida, sobre todo para los niños, viene después cuando se tiran petardos. Por supuesto no puede faltar ni el baile ni los bizcochos con vino. Las paraduras empiezan el 31 de diciembre y terminan el 2 de febrero.
Filipinas: farolillos gigantes
Llamados Ligligan Parul Sampernandu (Festival de los Farolillos Gigantes) se celebra el sábado previo a la Nochebuena en San Fernando. En esas fechas vienen personas de todo el país y del mundo a ver este espectacular festival, en el que participan 11 pueblos que rivalizan por construir el mejor farolillo.
En su origen, los primeros farolillos apenas medían medio metro de diámetro y se hacían con el papel japonés usado habitualmente para la papiroflexia con una vela dentro que los iluminaba. Ahora, sin embargo, se utilizan una gran variedad de materiales y pueden llegar a medir hasta seis metros y los iluminan con bombillas.
Serbia prefiere secuestrar a las madres
En este país balcánico no se andan con chiquitas. Los regalos se entregan el domingo anterior al día de Navidad con una curiosa tradición. Los niños de la casa secuestran a su madre y la atan a una silla. Para liberarla piden de rescate al padre regalos. ¡Toma ya!
C.R.
