Las Navidades ya quedan lejos y, una vez que todos estamos metidos de nuevo a pleno rendimiento en la vorágine habitual de nuestras obligaciones, toca replantearse la situación académica de los niños, sobre todo si los resultados obtenidos en el primer trimestre no son todo lo satisfactorios, los suspensos, que nos hubiera gustado o, peor aún, si ha traído un zurrón de suspensos en la primera evaluación.
Las notas son un indicativo muy claro de la evolución que el niño está teniendo en el colegio y, evidentemente, unas malas calificaciones en el primer trimestre constituyen una primera señal de alarma ante la que conviene no dejarse llevar por el pánico, pero tampoco quedarse dormido hasta que la situación se convierta en irreversible. Hay tiempo para adoptar medidas pero debemos tratar de asegurarnos que éstas sean las más adecuadas y convenientes para nuestros hijos.
Analizar el por qué antes de nada
Teniendo en cuenta que los padres somos los principales responsables del seguimiento continuo de la evolución escolar de nuestros hijos, los expertos nos recomiendan que realicemos un análisis profundo de las causas de las malas notas, antes de salir corriendo a contratar el primer refuerzo que nos pase por delante. Cada alumno es distinto y sus circunstancias también.
Frente a la tentación de montar un drama y comenzar una cadena de castigos cuya efectividad será nula en el largo plazo, aunque algo sí se consiga a corto, lo imprescindible es apoyarles al máximo en su actividad escolar. Es necesario saber qué están trabajando y como lo están haciendo, cuáles son sus dificultades y qué ayuda necesitan, conocer los contenidos para que los padres se puedan documentar, aprovechar salidas para complementar estos contenidos, etc. Para conocer todos estos detalles, la mejor vía es mantener una comunicación fluida con sus profesores.
…y buscar las soluciones
Si tras analizar todos estos factores que han influido en las malas calificaciones, decidimos que la solución está en los refuerzos, hay que pararse a considerar si lo que se busca es simplemente sacar adelante una asignatura determinada, o se deben resolver carencias más profundas como pueden ser la disciplina en el estudio o dificultades en la capacidad de la comprensión lectora, entre otras. Tampoco conviene considerar el refuerzo como una respuesta simple ante un suspenso, sobre todo en asignaturas que precisan la construcción de una base sólida como son las matemáticas y la lengua, por ejemplo. Ha llegado la hora de escoger el tipo de refuerzo para nuestro hijo y, para ello, es importante contar con buenas referencias que nos ayudarán en nuestra elección.
Tipos de refuerzo escolar
Afortunadamente, hoy en día disponemos de una amplia variedad de modalidades de clases particulares entre las que podemos elegir la que mejor se adapte a nuestra situación y las necesidades de nuestro hijo. Estas serían básicamente las que se pueden considerar:
Una academia la primera opción
La contratación de una academia es la opción preferida en España para el tema de calses particulares. Se trata de una opción tradicional que ha experimentado un enorme auge en los últimos años y se pueden encontrar por un precio que oscilará de media entre los 50 y los 100 euros al mes. Cuentan con la ventaja de que las clases se dan en un centro y en compañía de otros alumnos pero, por el contrario, la flexibilidad de horarios es inferior frente a un profesor particular. Centros como la academia Nuevo Futuro en el centro de Madrid; The Home Studio, en Arganda; la Escuela Atlántida en Majadahonda; o la academia Jorla en Navalcarnero, son ejemplos de buenas opciones que os pueden resultar interesantes dependiendo de vuestro lugar de residencia. A través de Cronoshare, podéis encontrar los centros más cercanos a vuestra casa.
Las clases de refuerzo de los propios centros educativos serían la solución óptima ya que cuentan con la gran ventaja de que los alumnos están a cargo de sus profesores habituales y ellos son quienes mejor conocen las dificultades del alumno. El problema es que no siempre están disponibles en todos los centros o para las materias solicitadas. Mientras que algunas consejerías autonómicas han impulsado sus propias clases de refuerzo en colegios públicos, en la enseñanza concertada muchos centros las ofrecen a precios que suelen ser bastante asequibles.
Clases particulares con horarios adaptados al niño
Los profesores particulares cuentan con la ventaja de que los horarios se adaptan a las necesidades de cada familia pero los precios suelen ser más elevados. Se puede optar por profesorado libre y ‘sumergido’, contratando los servicios de un conocido de confianza, cuyo precio generalmente será más reducido, pero con la desventaja de que no tendremos garantía de su experiencia y formación. También se puede recurrir a empresas especializadas en clases particulares que ofrecen profesores seleccionados como por ejemplo EducaSystem.
En la era de las nuevas tecnologías, existe una amplia variedad de recursos complementarios a las clases particulares con los que los padres pueden reforzar la educación de sus hijos, algunas de pago pero otras gratuitas. Los buscadores y páginas de enlace pueden resultar muy prácticos. Webs de organismos oficiales como MEC o Cnice; fundacionales como EducaRed; y editoriales como Edebé, Santillana o Luis Vives por ejemplo, cuentan con numerosos links desde los que podremos navegar hacia los contenidos requeridos. También existen páginas centradas en materias en concreto como https://educahistoria.com/, o https://www.ematematicas.net/.
Algunos consejos para afrontar los suspensos en el entorno familiar
Si las calificaciones han sido muy malas y presientes que te vas enfadar muchísimo, mejor deja la conversación con tu hijo para cuando te hayas tranquilizado un poco.
Haz que tu hijo sea consciente de su fallo y de que su trabajo diario no ha sido suficiente. Si no está motivado, tendrás que buscar la manera de conseguir que lo esté.
Reúnete con sus profesores ya que debes conocer lo que tu hijo tiene que aprender y recuperar y ellos son los que te pueden facilitar las respuestas.
Fija un horario dedicado al estudio todos los días. Esto les ayudará a crear una rutina diaria a través de la cual irá avanzando gradualmente en cada materia.
Revisa sus técnicas de estudio. Es importante que el niño aprenda a estudiar y cubrir las lagunas que pueda tener.
